El servicio de salvamento de la playa de sa Ràpita pasó ayer con nota su examen anual para comprobar la eficacia de sus protocolos de actuación. En el simulacro llevado a cabo el equipo representó el salvamento de una víctima consciente ante la atenta mirada de los numerosos bañistas. El protocolo empezó con el aviso desde la torre de control.
A partir de este momento, los dispositivos se coordinaron para realizar el salvamento. La moto acuática recogió a la víctima mientras el resto de los socorristas habilitaban una zona de seguridad para atenderla justo al llegar a la orilla. Esta vez fue solo una escena pero a lo largo de la temporada estas situaciones son comunes en las playas de la Isla.
Así, estas actuaciones pretenden mejorar la coordinación de todo el personal implicado así como mejorar el tiempo de reacción. En el simulacro participaron además del equipo de socorrismo, la policía local, emergencias y protección civil. Esta operación, que se realiza de forma anual, resultó todo un éxito.