Hace tres décadas un grupo de jóvenes se presentó en el Ajuntament de Sant Llorenç para poder organizar una carrera nocturna. La intención era recorrer el pueblo, hacer una competición en toda regla, con dorsales incluidos y con una meta. Así nacía la Cursa Nocturna ‘Més sans que un gra d'all', un evento que goza de una salud excelente con el paso de los años y que se ha convertido en una fiesta obligada en el calendario estival del Llevant. Hoy es todo un clásico que reúne a familias y amigos de toda la comarca con un único fin común: divertirse y refrescarse en el marco de las fiestas patronales de Sant Llorenç.
Esta 30 edición es muy especial y llega cargada de ilusiones y con muchas expectativas. Sant Llorenç abre las puertas este martes día 8 de agosto a la Cursa. Será a partir de las 23 horas cuando las calles principales se llenarán de vida y de agua.
La regidora de Festes, Joana Maria Cabrer, así lo explicó a este periódico. «Esta carrera empezó como algo más formal y creció de una manera muy rápida conviertiéndose en un acto lúdico. En principio el recorrido eran tres vueltas y ahora ha terminado en una y con el agua como protagonista». Es un acto para todas las edades: pequeños, mayores e incluso son muchas las familias que se apuntan empujando los cochecitos de bebé.
Una de las grandes sorpresas y lo que se espera de un año para otro es la camiseta que identifica a todos los participantes. En esta edición la marea será rosa. Se han confeccionado 3.200 camisetas y ya quedan muy pocas. Se ha querido hacer un homenaje a la primera que diseñó Joan Caldentey. La autora es Cati Forteza y reproduce el primer dibujo: un grupo de corredores y dos de ellos con la cabeza en forma de ajo. La particularidad también es que el precio habitual eran 5 euros y este año es un euro más solidario que se destinará a la lucha contra el cáncer. «Cada año se elige un color intentamos que no se repita. El color rosa es veraniego, vistoso y solidario».