La noticia de que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha encargado la redacción del proyecto para construir una depuradora en Can Picafort ha sido acogida con satisfacción «moderada» por el Ajuntament de Muro, que lamenta que se demore un año más el inicio de una infraestructura que lleva 30 años de retraso y que ha terminado en el juzgado con un cruce de recursos entre tres administraciones, los ayuntamientos de Muro y de Santa Margalida, y el Govern de les Illes Balears.
El alcalde de Muro, Miquel Porquer, señala que «no es nada extraordinario, lo que hace el Ministerio es cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que corrobora una sentencia anterior del TSJIB que determinó que el Ajuntament de Santa Margalida no tenía potestad para finiquitar unilateralmente el convenio firmado entre Muro, Santa Margalida y Abaqua para construir la futura depuradora».
Aún así, Acuaes, empresa pública del Estado, ha dado como plazo para la redacción del proyecto de la nueva EDAR un año. El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, ha rehusado hacer declaraciones a la puesta en marcha de un proyecto al que se opone férreamente por incluir un emisario submarino en Son Bauló,en lugar de reutilizar el agua depurada para regadío, como defiende.
El tercer implicado en esta larga batalla legal, el gobierno autonómico, no ha podido pronunciarse al respecto a la espera de que la nueva presidenta del Govern balear, Marga Prohens, nombre un responsable de Abaqua, la agencia pública que gestiona la mayoría de las depuradoras de las Illes Balears mediante convenios con los ayuntamientos.