El Ajuntament de ses Salines ultima la colocación de una gran instalación de placas solares que se ubica en la zona de aparcamiento del colegio de la Colònia de Sant Jordi, que se encuentra en la entrada del núcleo costero. Una vez en funcionamiento, estas placas inyectarán electricidad a los edificios públicos de la Colònia. La instalación tiene un coste aproximado de 400.000 euros, que se subvenciona a través de la ayuda bianual del área de influencia de Cabrera, también servirá para ayudar a las familias en riesgo de la zona «para ayudarlos a pagar la factura», según indica el alcalde Juan Rodríguez.
Entre estos edificios públicos se encuentran el colegio, la escoleta o el centro cívico de la Colònia y el alcalde señaló que la instalación «también abastecerá de electricidad el Centre d'Interpretació de Cabrera, que es un gran consumidor», según el alcalde. Una vez terminada la obra, que lleva retraso por la falta de suministro de los materiales, la instalación se conectará a una línea eléctrica y un contador medirá el volumen de electricidad que se produce y que se inyectará en la red. Después, se decidirá que tanto por ciento se destinará a los edificios públicos y a las casas privadas.
El alcalde Rodríguez avanzó que la nueva instalación entrará en funcionamiento dentro de unos meses y, además de abastecer de electricidad a los edificios públicos y determinadas viviendas privadas, la estructura y las placas solares también servirán de zona de sombra en la gran zona de aparcamiento de la entrada de la Colònia de Sant Jordi. De cara al futuro, el Ajuntament de ses Salines también tiene en mente ampliar la instalación con la colocación de casetas que alberguen las baterías necesarias para acumular la electricidad que se genere a través de las placas y, después, inyectarla en el alumbrado público de la zona costera. El Consistorio prevé que podría ahorrar hasta 300.000 euros.