Mojitos para dar cobijo a los más necesitados. La Iglesia de Mallorca ha presentado este martes en sociedad el primer chiringuito de la isla 100x100 solidario. Lleva el bíblico nombre de Tabgha y está ubicado en el privilegiado enclave de la playa de Portals, a los pies de la parroquia de esta localidad.
El local ya está operativo desde principios de mes, en horario ininterrumpido de nueve de la mañana a nueve de la noche, y con él el Obispado quiere conseguir cuanto antes los 800.000 euros que, de entrada, le costará habilitar como albergue un edificio ubicado en Palmanova. La idea que maneja el ideólogo del proyecto, Pep Toni Guardiola, es recaudar el mayor dinero posible durante el próximo año, antes de que, previsiblemente, en 2024 obtengan la licencia para acoger allí a un máximo de 24 personas.
La entidad benéfica Cáritas ha colaborado también en un proyecto que se apoya sobre la multiplicación de los panes y los peces. Porque el consumo de estos y otros productos junto al mar serán los que harán posible el milagro de ayudar a quienes hoy tienen serias dificultades para poder acceder a una vivienda. Así lo ha explicado la responsable de Cáritas Interparroquial, Marta López: «queremos contribuir a hacer más llevadera la dura realidad que están sufriendo muchas familias», señalaba López, insistiendo en que la totalidad de los beneficios que se obtengan a partir de ahora serán destinados a ese ambicioso proyecto de acogida, que cumple con «todos los criterios sociales, éticos y ecológicos».
Respecto al cumplimiento de las normativas urbanísticas, que tantos problemas ha generado en los últimos años entre la Iglesia y el Ajuntament de Calvià, explican desde la parroquia que la modificación de Plan General de Ordenación Urbana permitirá que el local parroquial pase de uso religioso a uso dotacional, lo cual «facilita el inicio de los trámites de petición de licencias para ejecutar las obras», según detalla Ignacio Riera, coordinador de la parroquia. El chiringuito ya está en funcionamiento.
El apunte
Fiesta y copas, pero sin molestias para los vecinos de la zona
El chiringuito estará abierto hasta finales de septiembre, reduciendo su horario en dos horas por la noche «para evitar molestias a los vecinos», señalan desde el Obispado. Serán los propios empleados, ocho de momento, quienes expliquen a los clientes el fin benéfico del establecimiento.