Los vecinos de Cala Galiota, en la Colònia de Sant Jordi, están en pie de guerra contra el ruido y denuncian que ya «no aguantan más». Residentes y usuarios de esta playa familiar llevan años denunciando la música a excesivo volumen, los ruidos y las molestias que sufren por parte del Cassai Beach, un restaurante que ha llegado a tener música en directo con altavoces en la vía pública o ‘tardeos' con DJ, en un local que, denuncian, «no dispone de ningún tipo de elemento de insonorización».
Han sido casi 5 años de quejas, llamadas a la policía local y denuncias por escrito que han sido ninguneadas, recalcan, por parte de los responsables municipales que no hacen cumplir la normativa de ruidos, que, apostillan, «impide la instalación de altavoces en el exterior o la reproducción de música al aire libre sin un estudio acústico y un limitador de sonido. Además, lamentan que haya vecinos que han acabado vendiendo su casa para no soportar más molestias.
En este sentido, recuerdan que el alcalde de ses Salines les ha recibido únicamente cuando presentaron un escrito, a través de su abogado, recordando al Consistorio su deber de inspección y sanción. Fue entonces cuando se acabaron los ‘tardeos' en el local. El alcalde se comprometió a contratar un técnico en plantilla pero hoy, a día de hoy, «no vemos que se haya tomado siquiera ninguna medida cautelar como el precintado de altavoces. Tampoco tenemos constancia de que se haya abierto ningún expediente sancionador». ¿Qué está pasando?, se preguntan los residentes.
«Los vecinos afectados consideramos que no podemos fiar el cumplimiento de la normativa a la buena voluntad repentina del infractor. Y que el ayuntamiento tiene otras herramientas para inspeccionar y sancionar, si procede, mientras se contrata un técnico municipal. Un proceso que puede tardar meses. La falta de voluntad o de medios no puede ser excusa para menoscabar nuestro descanso», señala una portavoz de los vecinos. «Se acerca la temporada estival y nos tememos otro verano de ruidos, música y molestias. Así que no dudaremos en acudir a los tribunales para garantizar que Cala Galiota siga siendo lo que siempre había sido: un lugar tranquilo en el que las familias podían descansar», finalizan.
La Colònia de Sant Jordi está siendo esta noticia esta semana por la contaminación acústica. Este lunes han denunciado una macrofiesta en el mar, que comenzó el domingo por la noche y continuó hasta las seis de la mañana del lunes, que ha impedido el descanso de los vecinos. Hasta 19 embarcaciones ha montado esta discoteca en alta mar que nadie frenado. Según los afectados, las instituciones se pasaban la pelota y ninguna parecía tener competencia sobre esta fiesta.