El alcalde de Marratxí, Miquel Cabot, contrataría a Cabot, su grupo de pop rock en catalán, pero no lo hace. «Por ética», dice. «Y la verdad es que es una situación bastante injusta. Mi hermano se queja de que no puede tocar en su municipio y lo entiendo. El Ayuntamiento no ha contratado nunca a Cabot ni lo hará». El primer edil es el bajista de la banda que lidera junto a su hermano Josep desde 2018. Cabot fue telonero de Taburete, el grupo del hijo de Luis Bárcenas.
– ¿El cantante, Willy, sabía que usted milita en el PSOE?
– Seguramente no, tampoco se lo dije (ríe).
Hubo gente que les criticó por tocar con el grupo del hijo de extesorero del PP. «Nosotros aceptamos la propuesta porque creíamos que en un concierto en el que iba a haber miles de personas, casi todas castellanoparlantes, no estaba mal poder llevar música en catalán. Y yo creo que fue un éxito. El idioma no es un problema, sino una riqueza». A Miquel Cabot le hicieron bailar con el grupo de ball de bot de su padre, Aires des Pla, cuando era pequeño. A él no le gustaba y aprendió a tocar la guitarra y el bajo. El alcalde de Marratxí está convencido de que la música le ha ayudado en política. «Es mi descanso, mi desconexión. Si no fuera por ella no podría dar el 100 % en política», asegura.
Cabot se considera un admirador de Francina Armengol. «Creo que nunca se lo he contado a nadie, pero cuando doy alguna charla me da respeto si está ella». Las aspiraciones que tiene en la música son pasárselo bien, cuenta, y en política cree que llegará donde ella le lleve.
– ¿Y dónde le gustaría que le lleve?
Miquel Cabot resopla.
– Es difícil decirlo. Ahora mismo estoy muy a gusto en Marratxí y quiero volver a ser alcalde en 2023.