Fue considerada la fuente de mayor valor histórico-artístico de Mallorca y adquirió cierto grado de popularidad por su singularidad. Como tantos otros elementos patrimoniales de la Isla, está en ruinas. Y lleva 20 años así.
En 2002 la Font de Son Verí, situada en la finca del mismo nombre, en el municipio de Valldemossa, se desmoronó. La falta de cuidados y de mantenimiento hizo que la fuente se viniera abajo cuando se cumplían 411 años de su construcción. No hubo intervención privada ni pública para evitarlo. En las dos décadas transcurridas desde su desmoronamiento, tampoco se ha hecho nada para una mínima restauración o recuperación.
La fuente también era conocida como Gruta de Son Verí y, en épocas más remotas, como Font den Porcell. A partir de la fuente que aportaba agua a la finca, en 1591 se concluyó una construcción que recreaba una cueva, tal como se puede ver en otras possessions de Mallorca. Era habitual que, en las fincas de los propietarios más poderosos de la Isla, una simple fuente fuera motivo de una construcción arquitectónica ricamente ornamentada.
Indignación
El derrumbe de la fuente causó en su momento indignación entre personas y colectivos que conocían su existencia, pues el desenlace se veía venir desde hacía años ante el paulatino deterioro de la construcción. En este sentido, si el desmoronamiento causó indignación, no provocó demasiada sorpresa.
La web Toponimiamallorca.net señala que la Font de Son Verí, «rodeada de encinar y situada cerca del viejo camino público entre Valldemossa y Bunyola, sorprendía por su singular ornamentación y por su antigüedad, con más de cuatrocientos años».
La fuente presentaba dos arcos de medio punto con un pilar entre ambos. En la parte superior, un frontón contenía el escudo de los Verí, que daban nombre a la finca, y el anagrama de Jesús. Rematando toda la construcción, una figura humana con vestimenta propia del siglo XVI sostenía una bola de piedra. En todos estos años, tanto el escudo de los Verí como la figura humana han estado tirados por el suelo, mientras que los antiguos arcos apenas se perciben.
A pesar de su estado actual de ruina, la fuente es conocida por el colectivo senderista de Mallorca, pues forma parte de la ruta de la Moleta de Pastoritx, una excursión muy conocida en el municipio de Valldemossa. La contemplación del lamentable estado de la fuente siempre provoca la mismas preguntas: ¿Nadie va a hacer nada? ¿La van a dejar siempre así?
Manteniendo cierto estado de conservación, otras fuentes de la Serra de Tramuntana presentan espacios constructivos destacables. Tal es el caso de la Font dels Òbits, también en Valldemossa, o la Font des Garbell, en Banyalbufar. Sin llegar a este nivel de ornamentación, cabe decir que numerosas fonts de mina de Tramuntana son de por sí auténticos prodigios de la construcción popular.