La tradicional Fira de Santanyí estuvo marcada este sábado por las altas temperaturas con máximas de hasta 26 grados. Más que una feria de finales de octubre parecía una feria en pleno verano con camisetas manga corta y sandalias. Ello animó a los santanyiners a salir a la calle para festejar, como marca la tradición, su feria que este año se ha podido celebrar con total normalidad y que suponen una de las citas más importantes en el calendario del municipio. En la comarca del Migjorn, la mayoría saben que tras la última feria de Llucmajor toca la de Santanyí que se celebra siempre en sábado.
Por la mañana las calles del municipio se llenaron de ciudadanos y también turistas que recorrieron las coloridas paradas. La inauguración tuvo lugar a las 10 de la mañana en una Plaça Major repleta de frutas y verduras, mientras que artesanos y las asociaciones se distribuyeron por las calles más céntricas.
Algunos apuntaban que había menos visitantes que en ediciones anteriores, aunque el buen ambiente reinó durante la jornada, en especial en la zona de animales donde hubo una exhibición de perdices de reclam y de perros a cargo de la Associació de Caçadors. También concurrida fue la Mostra Gastronòmica. La Banda Municipal de Música que tuvo su protagonismo en una plaza de la Porta Murada abarrotada.