El Govern y el Ayuntamiento de Sant Llorenç han mantenido este miércoles una reunión de trabajo para abordar las medidas conjuntas y acciones para prevenir y combatir un posible episodio de riesgo de inundaciones. En el encuentro han participado la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, el director general de Emergencias e Interior, Jaume Barceló, el alcalde del municipio, Pep Jaume, y otros miembros de la corporación municipal. Según ha explicado la Conselleria en una nota de prensa, cuando el 15 de agosto se active la fase de preemergencia del Plan especial ante el riesgo de inundaciones (Inunbal), la cuenca de Sant Llorenç será prioritaria, a pesar de que el Govern prevé actuaciones concretas que se harán el próximo invierno en las 38 cuencas de riesgo alto que establece el plan de inundaciones.
La reunión ha servido para iniciar el plan especial en la cuenca de Sant Llorenç, con una serie de estaciones meteorológicas instaladas en el torrente y de medición del agua que éste puede asumir y que posibilitarán una alerta temprana en caso de que aumente el nivel de lluvias. Esto tendrá como consecuencia el aumento de alerta activada en la zona del municipio y la activación de una serie de medidas que darán tiempo para reaccionar y avisar a la población. Paralelamente a este plan especial para Sant Llorenç, el ayuntamiento elaborará un plan específico de comunicación para avisar a la población en caso de que se active cualquier alerta. También se pondrá especial énfasis en la prevención, mediante la reducción de riesgos en las zonas que se delimitan como inundables a través de la ordenación del territorio y la planificación urbanística, teniendo en cuenta que la primera alternativa siempre tiene que ser evitar el desarrollo urbanístico en zonas inundables.
En caso de que éste ya esté previsto, la prioridad tiene que ser el diseño de edificaciones, la ubicación del edificio dentro de la parcela y el hecho de evitar que las plantas de los edificios en las cuales se tolere una inundación no sean habitables ni contengan bienes importantes. El nuevo Inunbal, aprobado a principio de año, establece que se tiene que ayudar a los municipios de Baleares a afrontar situaciones de riesgo provocadas por inundaciones y prevé la implantación de planes de riesgo de inundación municipales, para establecer una organización de respuesta propia a cada pueblo e integrarla en la respuesta en el ámbito autonómico, como también para llevar a cabo actuaciones preventivas. La consellera Garrido ha reivindicado el Inunbal como uno de los planes «más modernos» a nivel estatal y que se adapta al cambio climático y a sus consecuencias. En este sentido, la consellera ha advertido que el hecho de que el mar haya marcado 30 grados en la zona de Sa Dragonera, por ejemplo, lleva al Ejecutivo a aumentar la precaución ya que, si se produjeran altas presiones de aire frío, se podrían registrar episodios de lluvias torrenciales.
Al mismo tiempo, Garrido ha reivindicado que el Ejecutivo ha cumplido con todo lo que se comprometió tras la 'torrentada' del 2018. Así, ha recordado, la parte más importante de estas mejoras ha sido la primera actualización del Inunbal en 15 años, el incremento de los trabajadores de Emergencias; el cambio del software de gestión de emergencias, que tenía más de 25 años; la revisión, la adaptación y la modernización de equipamientos y plataformas tecnológicas; la gestión de datos y comunicaciones; la puesta en marcha de la red de estaciones hidrométricas de la UIB, gestionada por el grupo de búsqueda MEDHYCON, como sistema de alerta temprana, y la gestión de emergencias ante los riesgos de inundación en las Islas, así como el visor cartográfico, en el que cada ayuntamiento puede ver las zonas que se pueden inundar. Por su parte, el alcalde de Sant Llorenç, Pep Jaume, ha destacado la importancia de unir todos los esfuerzos en un otoño que se prevé «complicado» por la gran cantidad de aire caliente y la evaporación del agua del mar, que puede provocar episodios de lluvia.