El Consell de Mallorca ha aprobado este miércoles en pleno ejercer el derecho de tanteo para hacerse con la vieja central de Alcanada de Alcúdia que Endesa acordó vender al fondo inversor extranjero Gingko, especializado en la reconversión de suelos contaminados. Su intención es descontaminar la zona y convertirla en un polo estratégico para la reconversión social, económica y energética del Nord de la Isla pero también del resto de Mallorca con la ayuda de fondos europeos.
El Consell liderará así, de la mano del resto de instituciones, el proyecto Alcúdia Tech Mar impulsado desde el Ajuntament d'Alcúdia. Alcúdia Tech mar es una clara apuesta por la economía azul, la economía circular y la descarbonización del mar y quiere posicionar a Alcúdia como un referente en la materia a nivel internacional. A priori, para hacerse con la propiedad, el Consell deberá abonar 300.000 euros en metálico y asumir el coste de la descontaminación y recuperación del suelo que, según el acuerdo privado suscrito entre la eléctrica y el fondo inversor comprador, ronda los 19 millones de euros.
El Consell trabaja ahora contrarreloj para tener los informes pertinentes que evalúen si las cifras que manejan la eléctrica y su comprador son o no ajustadas a la realidad. El principal objetivo es cifrar el coste real de la descontaminación para defender una tasación justa de la operación, toda vez que será el Consell el nuevo titular. Cabe recordar que el 9 de mayo de este año el departamento insular de Patrimoni acordó iniciar el expediente para proteger la central de Alcanada en Alcúdia como Bien de Interés Cultural. El conseller de presidencia, Javier de Juan ha explicado en el pleno del Consell que Endesa comunicó el 9 de mayo su intención de vender la propiedad a un fondo extranjero especializado en la reconversión de suelos degradados.
La incoación del expediente para declarar Bien de Interés Cultural el Conjunto es la que permite al Consell ejercer el derecho de tanteo que se ha aprobado con 28 votos a favor y solo los votos en contra de los dos consellers de Vox. La presidenta del Consell de Mallorca ha manifestado su compromiso de, más allá de la compra, aprovechar esta «oportunidad histórica» para reconvertir la central construida en 1957 por Vázquez Molezún (medalla de oro de la arquitectura) y que esta no quede en manos extranjeras sino «en manos de todos los mallorquines y mallorquinas, liderados por las instituciones públicas».