Ante el temor de colapsos circulatorios en la zona de s'Almunia y Cala Llombards por la gran cantidad de turistas que quieren visitar el Caló des Moro, el Ajuntament de Santanyí ha decidido este año ampliar las restricciones de circulación a unas 20 calles de Cala Llombards para garantizar la seguridad de los vecinos. Solo podrán acceder los vehículos que tengan autorización. El Consistorio ha tomado esta determinación por el cierre del aparcamiento ubicado en la entrada de Cala Llombards y que acogía los vehículos de los visitantes al popular caló. Esta instalación, clausurada en noviembre por parte de la Agència de Defensa del Territori por no disponer de los permisos necesarios, sigue clausurada a la espera de tener el visto bueno del Consell y que el Ajuntament pueda ejecutar las obras necesarias. Hasta que este permiso no llegue, el Consistorio implanta otras medidas «para que los ciudadanos, que son por los que debemos velar, tengan garantizada su seguridad», según la alcaldesa de Santanyí, Maria Pons (PP).
De esta manera, desde el pasado domingo y hasta octubre, estará en vigor la limitación de circulación de vehículos en s'Almunia (como cada año) y también en una veintena de calles de Cala Llombards. Aún así, Pons avanza que «si se producen colapsos, se ampliará la zona Acire a todo el núcleo de Cala Llombards». Cabe recordar que durante los últimos años cientos de turistas colapsan esta zona costera de Santanyí y esperan hasta cuatro horas para poder acceder al Caló des Moro. Hasta el verano pasado, un gran aparcamiento acogía los cientos de vehículos que cada día acudían a s'Almunia. Este año, el aparcamiento estará cerrado.
Justamente, en el último pleno, el Ajuntament aprobó una modificación de las Normas Subsidiarias para poder reabrir el párking. «Después de realizar los trámites necesarios, los técnicos del Consell advirtieron que una pequeña zona del solar debía ser considerada como zona verde privada y este aspecto ha provocado que se retrase la tramitación», lamenta la alcaldesa, que recuerda la falta de colaboración de las administraciones supramunicipales para encontrar una solución a los problemas que provocan los visitantes al Caló des Moro. «Los turistas que colapsan la zona de s'Almunia no aportan nada al municipio. Al contrario, nos producen muchos problemas y gastos», asegura la alcaldesa Maria Pons.
Punto de vista
Una isla lejos de la calma
Lola OlmoLa masificación no es plato de buen gusto para los residentes que padecen el colapso de los rincones de Mallorca que, antes, fueron sus apacibles refugios de descanso. Aún sin comprender cómo puede alguien hacer cuatro horas de cola bajo el Sol para asomarse al Caló des Moro –bellísimo, pero abarrotado– es aún más inconcebible que las administraciones supramunicipales no busquen soluciones, al igual que han hecho con otros lugares icónicos, como Formentor.