Día radiante el de este domingo que permitió la celebración, esperada, de los últimos pancaritats de la Part Forana. El Diumenge de l'Àngel regresó tras dos años de ausencia para brillar como uno de los actos festivos de la Pascua más lúdicos y participativos. Este domingo, como primer fin de semana sin mascarillas, sirvió para muchos reencuentros y para volver a verse las caras, literalmente.
En Inca, la cita fue en el Puig de Santa Magdalena. Allí centenares de inquers se reunieron para pasar el domingo en familia o entre amigos, incluida la presidenta del Govern, Francina Armengol, que regresó a su ciudad natal. El concurso de paellas contó con una veintena de participantes, mientras que en el santuario hubo ball de bot.
En Lloret, la Comuna fue el escenario de la romería. Hubo un taller de cañas y una vermutada organizada por la entidad cultural Brocalet, mientras que el cocinero Nadal Real elaboró una enorme paella.
En Alaró había ganas de volver a la cima del Castell para celebrar el Diumenge de l'Àngel. El despejado día permitió tener unas magníficas vistas sobre todo el Raiguer, mientras se degustaban las últimas panades.
En Llucmajor, desde el temporal del año 2017 los vecinos celebran su Pancaritat en la cima de Cura, en territorio algaidí. Pero aún así ayer, el santuario de Gràcia estuvo abierto para aquellas personas que quisieron visitar la tumba del recientemente fallecido obispo auxiliar de Barcelona, el llucmajorer Antoni Vadell. Así, los representantes del Ajuntament, encabezados por el alcalde, Éric Jareño, depositaron un ramo de flores en su sepultura. Los vecinos de s'Arenal celebraron el Pancaritat en la pedrera. El acto también sirvió para recordar la figura de Joan Ferré. En Porreres, ayer se vivieron multitud de actos; a la Diada Ecològica se sumó el Correllengua por la tarde, pero el acto religioso del Àngel en Monti-sion también contó con una buena asistencia.