El Ajuntament de Son Servera se ha posicionado a favor de los pescadores de Cala Bona y ha pedido a Ports IB que rectifique y abra el aparcamiento del muelle a todo el público para «facilitar y promover la compra de los productos en el local de venta directa ubicado en el puerto». Los pescadores, esta semana, han denunciado sentirse perjudicados por las últimas decisiones de Ports IB, entre ellas la obligación de tener cerrada la barrera de acceso al muelle o limitar a una tarjeta por embarcación. También se quejaban de actuaciones como la reordenación del puerto o del espacio cedido para instalar el punto de venta.
La alcaldesa de Son Servera, Natalia Troya, manifestó que «el Ayuntamiento ha dado todo su apoyo a los pescadores ante sus reivindicaciones y quejas dado que los cambios que se han llevado a cabo están dificultando sus tareas además de afectar a la viabilidad del punto de venta del pescado fresco». Desde el Ajuntament solicitan a Ports que «permita a los clientes la entrada de su vehículo al interior para facilitar la compra de los productos, teniendo en cuenta las dificultades de aparcamiento en las inmediaciones del muelle». Asimismo instan a que «se permita a los trabajadores del puerto a aparcar en el interior tal y como lo hacen los trabajadores de Ports». Y es que una de las cosas que también ponían sobre la mesa es que de los 12 aparcamientos, tres están reservados para Ports. El Ajuntament también pide que «se restituya el anterior punto de venta ya que la actual ubicación, al tener unas dimensiones muy reducidas, dificulta realizar la actividad en unas condiciones dignas».
Por otra parte, desde la cofradía de pescadores de Porto Cristo y Cala Bona quisieron responder a la gerente de Ports, Cristina Barahona, que aseguraba que los cambios se habían hecho pensando en los pescadores y que contarían con ocho espacios para aparcar. Los pescadores exponen que «no nos había faltado nunca plaza para aparcar porque salimos a faenar a las 6 de la mañana y las barreras están cerradas y las seguimos dejando cerradas. Cuando regresamos se abre el punto de venta y abrimos las barreras para el público que viene en coche, pero nosotros seguimos teniendo los coches bien aparcados». Los pescadores dicen que «la gerente desconoce la problemática real del puerto. Sabemos que nuestro colectivo tiene poco peso específico para Ports pero nosotros tenemos nuestro orgullo y amor propio». Cuentan que han recibido el apoyo de los vecinos así como de diferentes agrupaciones. Por ello se ha iniciado una recogida de firmas para que se pueda solucionar el problema.