La perdiz empezó a cornar. Después ya vinieron los esclafits y las curritxades. Finalmente el reclamo de Esteve Barceló de sa Mata terminó su actuación haciendo la lloca. Todo ello le valió para alzarse con el campeonato de España de perdiz con reclamo celebrado el pasado sábado en Santa Eugènia.
La finca de sa Cova acogió el XXIV Campeonato de España de Perdiz con Reclamo. En total, fueron 16 los reclamistas que participaron de este concurso de caza. Y finalmente fue la perdiz del montuïrer y ganador del primer premio de la Fira de la Perdiu de su pueblo natal el que se alzó, por segunda vez, como campeón de España. Entre los participantes estaba el campeón de 2021, Antoni Pons (Menorca), dos deportistas de Extremadura, dos de Murcia, dos de Castilla la Mancha, dos del País Valencià o tres de Andalucía.
Esteve Barceló y su pájaro, rebautizado para la ocasión como Titeo (en referencia a uno de los canto que realizan estas aves) contó con una puntuación de 84.6 puntos. En segundo puesto quedó Alejo Moreno y su pájaro Piñonero con 80.5 puntos. El tercer puesto fue para Antoni Pons con Cap Blanc, tras lograr 76 puntos.
Esteve Barceló, conocido en la Isla por su vertiente de atleta, es la segunda vez que alcanza el campeonato de España ya que lo consiguió por primera vez en 2004. En total ha participado en cinco finales estatales de esta modalidad de caza. «Sin la Fira de la Perdiu no seria reclamista» asegura Barceló al preguntarle sobre su afición. La puesta en marcha de la feria de Montuïri en 1979 supuso un revulsivo para esta modalidad de caza que ahora cuenta con decenas de seguidores.
En referencia a la actuación del pasado sábado en Santa Eugènia el de sa Mata explica que «en el sorteo me tocó participar el último y ello no me gustó mucho ya que es mejor a primeras horas». Durante la actuación de Titeo Barceló asegura que «el animal se comportó muy bien. En cambio yo creo que me arriesgue un poco ya que le maté el macho muy cerca de la jaula y el reclam no lo pudo ver. Pero enseguida volvió a arrancar y finalmente pude abatir la hembra en uno de los momentos álgidos de su cantó cuando hacía la lloca (titeaba)».