La Universitat de las Illes Balears (UIB) ha acreditado el buen funcionamiento de la prueba piloto de un corredor sanitario seguro en Cala Millor para detectar contagios por COVID-19 entre los turistas llegados a la Isla. Un total de 227 personas y hasta 29 establecimientos se han implicado en esta iniciativa, desarrollada y patentada por los investigadores de la UIB, en el marco de un proyecto financiado por la Eurorregión Pirineos Mediterránea.
El doctor Bartomeu Alorda, profesor titular de Tecnología Electrónica de la UIB, que ha participado en este proyecto, explicó a este periódico que el uso de esta herramienta se ha demostrado muy eficaz y que se ampliará a otras situaciones post-pandémicas. «Tecnológicamente hemos podido comprobar que ha funcionado con el seguimiento de la pandemia. A través del ShareEQR se puede saber donde está la persona y es una información totalmente privada para conseguir la máxima protección».
Así, se pidió a los turistas colaboración. «La respuesta fue muy positiva. Solo tenían que generar una huella digital. No era necesario bajarse ninguna aplicación. Era la primera prueba donde se desplegaba esta tecnología».
Acreditación
La propuesta de corredor se ha basado en esta tecnología que ha hecho posible tanto la acreditación para la entrada permitida a un destino, como para facilitar el rastreo de contactos durante la estancia. Además, el sistema también ha permitido una acreditación de salida si no se ha estado relacionado con ningún brote detectado durante su estancia.
Alorda explicó que «ahora vamos a trasladar los resultados a las autoridades competentes».
Gracias al sistema los servicios de emergencia recibían la información de los rastreos. También se ha podido establecer un mecanismo ágil para determinar la entrada del turista. Este EQR ha dejado constancia del viajero en los establecimientos que se han adherido a esta iniciativa. Han participado farmacias, restaurantes, hoteles, entre otros sectores.