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Can de la Rosa de Felanitx se debate entre un destino para usos sociales o la demolición

El retraso del proyecto de Museu Marítim abre la puerta a otras funciones

La ralentización del proyecto de museo ha provocado dudas sobre el destino del edificio. | Ultima Hora

| Felanitx |

Después que el pasado domingo Ultima Hora publicara que la casa conocida como Can de la Rosa no acogerá, de momento, la sede del Museu Marítim, han sido muchas las opiniones surgidas en diferentes foros de las redes sociales sobre qué hacer con este inmueble. Un edificio que, por estar junto al mar y cerrado, cada día se va deteriorando más.

La gran mayoría de los ciudadanos que han expresado su opinión son partidarios de que el inmueble sea demolido y el terreno vuelva a su estado original «y poder pasearse sobre las rocas». Otras opiniones apuntan a convertirlo en un refugio para excursionistas como los que hay por las zonas de montaña. La opción menos viable según la opinión de la ciudadanía en las redes sería convertirla en una subsede del Museu Marítim. Consideran el inmueble pequeño para una instalación de estas características, además de una falta de aparcamientos y problemas de accesibilidad.

Más opiniones

Si la ciudadanía tiene varias opiniones, lo mismo ocurre con los políticos del Consistorio de Felanitx.

Según el Bloc «si tiene que continuar deteriorándose, y a corto plazo no hay una apuesta firme para rehabilitarlo, sería conveniente derribarlo. Se podría dejar un mirador y el mollet para hacer trobades de barcas tradicionales», explica el portavoz Miquel Lluís Mestre.

Para el PSOE de Xisco Duarte –la iniciativa de Museu Marítim surgió de ésta formación–, «si no se puede dedicar a museo, se podría ceder a entidades dedicadas a la investigación relacionada con el mar o con el mundo de las barcas y la navegación».

Para Catalina Soler (PP), «la casa no se tiene que convertir en un montón de ruinas. Asistimos a la firma de un convenio entre Govern y Consell que fue un paripé. Nos preocupa que dos años después se deje caer. Que Ports decida lo que quiera hacer con ella».

El alcalde Jaume Monserrat (PI) considera que «no se tiene que derribar, pero si no se usa para lo que se cedió, se podría ceder a otras entidades como la Associació de Barques Tradicionals de Portocolom».

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