La finca de sa Tanca de Can Domènech de Alcúdia ya es de titularidad pública. El Consell escrituró ayer a su nombre los terrenos situados frente al yacimiento (al otro lado del cementerio) en los que el Consorcio de Pol·lèntia planea construir en un futuro el Centro de Arqueología Subacuática de Mallorca y el Museu de Pol·lèntia. La operación de compraventa se ha cerrado finalmente por un importe de 1,1 millones de euros.
Aunque inicialmente el Consell planeaba comprar sa Tanca con los fondos procedentes de la ecotasa, la caída de ingresos del impuesto turístico derivada de la pandemia ha llevado a Govern, Ajuntament y Consell de Mallorca, a financiar a partes iguales y con fondos propios la adquisición de la finca. Se prevé que este verano el Consell apruebe en pleno la cesión de los terrenos al consorcio. La compra de sa Tanca de Can Domènech tiene como efecto inmediato la ampliación de la zona de protección de Pol·lèntia más allá de la carretera del cementerio.
Sienta además las bases para, cuando la situación económica lo permita, rehabilitar alguna de las construcciones de época contemporánea existentes en la finca o edificar sobre la zona norte en la que aflora la roca madre, un Centro de Investigación Arqueológica Subacuática y Museo de Pol·lèntia que pretende ser una referencia en el campo de la arqueología tardo antigua.
Los primeros estudios indicaban ya en 2018 que el coste de construcción de esta infraestructura puede superar los 3 millones de euros.
La adquisición de los terrenos corrobora la apuesta firme del Consell, pero también del Govern y del Ajuntament (todos miembros del consorcio) por este proyecto largamente reivindicado por los científicos.
La finca está situada frente al yacimiento de Pol·lèntia, solo separada del barrio residencial de sa Portella por la carretera del cementerio. En distintas ocasiones se han realizado prospecciones geofísicas en la zona que revelan anomalías, lo que sugieren la continuidad del barrio residencial y de la casa de Polymnia.
Jardín romano
La idea es unir en el futuro esta nueva zona pública en la que se haría el nuevo museo con la parte ya visitable del yacimiento creando un paso sobre la carretera que conectaría con la antigua trinchera del tren, situada entre sa Portella y el foro, en la que los expertos planean crear un jardín romano.