El empeño del Ajuntament de Llucmajor de construir un campo de fútbol junto al colegio de Puigderrós podría provocar la demolición de parte del colegio.
En septiembre del año pasado, el Ajuntament de Llucmajor anunciaba que acataría la sentencia del Tribunal Superior que le obligaba a demoler parte del colegio de Puigderrós.
Los vecinos, denunciantes de las irregularidades del centro educativo en 2009 enseguida contactaron con el alcalde Éric Jareño (PP) para buscar una solución y no tener que demoler el edificio como indicaba la sentencia que acababan de ganar.
Desde entonces ha habido un proceso negociador pero, según los vecinos, el empeño del Consistorio en construir un campo de fútbol junto al colegio y que ellos no quieren en la urbanización ha provocado la falta de acuerdo entre ambas partes. Los vecinos presentaron un proyecto alternativo en el que sólo la construcción de un campo de fútbol para acoger competiciones rompe el acuerdo entre ambas partes. En poco menos de un mes finaliza el plazo para tomar una decisión.
Según los vecinos el Ayuntamiento debe decidir. Si hay campo de fútbol habrá derribo.