La temporada de nidificación y marcaje del águila de Bonelli, realizada durante el mes de mayo, ha permitido conocer que este año han nacido cinco polluelos de esta rapaz en peligro de extinción. Cuatro de ellos ya han sido equipados con emisores GPS, mientras los técnicos esperan que un quinto ejemplar abandone el nido para poder marcarlo, al estar en un lugar de difícil acceso.
Esta es una de las labores clave en el seguimiento de esta ave extinguida de la Isla en los años 70 por la acción humana, y reintroducida en 2011 gracias a los proyectos financiados con fondos europeos Life Bonellli (2013-2017) y el actual Aquila a–LIFE (2017–2021). La Fundació Natura Parc ejecuta estos programas junto con otras entidades de la Península, Francia e Italia con el fin de contribuir a la recuperación de las poblaciones de esta especie en el Mediterráneo occidental.
Actualmente hay nueve parejas establecidas en Mallorca, ocho de las cuales comenzaron a construir su nido este año, aunque solo cuatro de ellas han podido sacar adelante a sus polluelos. A los 43–45 días de vida, se realiza el marcaje y cada ejemplar es dotado de un GPS, anilla metálica y anilla de lectura a distancia para hacer su seguimiento futuro.