Se acabó la espera. Mientras el Gobierno británico parpadea entre el verde y el ámbar con su semáforo COVID, hoteleros y oferta asociada de Magaluf se lanzan a abrir sus establecimientos cansados de una espera que se prolonga desde hace ya demasiado tiempo y confiando en una tendencia de reservas que en los últimos días resulta «claramente alcista».
Todos los hoteleros admiten que con las ocupaciones actuales no resulta rentable ponerse en marcha, pero la voluntad de levantar los negocios y unas plantillas de trabajadores desgastadas por tantos meses de incertidumbre han llevado a muchos empresarios a dar el paso. Al acabar el mes de mayo habrá un 13,71 por cierto de plazas abiertas en Palmanova-Magaluf, cifra nefasta en cualquier otro escenario, pero que ahora, tras un 2020 casi inexistente, resulta esperanzadora.
Entre los que ya no esperan más a Boris Johnson se encuentra el hotel Son Caliu Spa Oasis. Confía su director, Ramón Sánchez, que para pleno mes de agosto apenas tienen cubiertas una de cada cuatro camas. Pero aun así, se activarán el día 28 de este mes con el objetivo de lograr cubrir una temporada «digna». En un establecimiento acostumbrado a trabajar diez meses al año, los siete que acumula ahora de cierre se les han hecho largos a sus trabajadores. Por ello abren y lo hacen depositando parte de sus expectativas en los mallorquines. «El año pasado nos ayudaron mucho», asegura Sánchez, que ya prepara ofertas especiales para captar al cliente isleño.
Una «gran ilusión»
Tirar de los residentes, sobre todo mientras no empiecen a llegar vuelos procedentes del Reino Unido, es una apuesta que se hace extensiva a todos los hoteles de la zona. Desde el Senses Hotels de Palmanova, su director, Juanjo Cerdó, cuenta también con que el público local anime las primeras semanas. Estos días apuran su puesta a punto –abren el próximo jueves– con una «gran ilusión», comprensible tras un 2020 en el que solo pudieron trabajar cuatro semanas: del día 1 al 28 de agosto. Esta vez, en cambio, confía Cerdó en mantener las puertas abiertas como mínimo hasta el mes de noviembre, aunque se tengan que retocar algo los precios a la baja.
Entre la media decena de establecimientos que abren esta semana se incluye el Meliá Calvià Beach –buque insignia de la regeneración de Magaluf–, que arranca la temporada con turismo nacional, francés y alemán, y con cancelaciones continuas desde el Reino Unido, donde hasta dentro de quince días no decidirán si Balears cambia al color verde de su semáforo. La directora Belén Sanmartín explica que sí se está produciendo un cambio de reservas de último minuto a las puertas de una temporada que, por encima de todo, vendrá marcada por el ritmo de vacunación.
Nace ‘Magaluf Waterfront'
La cruzada que han iniciado muchos hoteleros para rescatar a Magaluf antes incluso de que aterricen los primeros turistas también la han puesto en marcha media decena de negocios ubicados en primera línea de playa. Bajo el nombre de ‘Magaluf Waterfront', esta nueva asociación quiere alzar la voz para reivindicar este destino como turístico, más allá de la «estigmatización» sufrida durante los últimos años. Por ello, la semana próxima ya estarán todos abiertos, tratando así de captar al público residente. El empresario Juanma Colom (Ocean's Beach Club) recuerda que los fines de semana, Palmanova se llena de bañistas, mientras muy cerca de allí, la playa de Magaluf presenta un aspecto «desértico». Ahora, unen fuerzas para, de la mano también del Ajuntament, convertirse en una alternativa más a quienes quieran pasar un día de playa y disfrutar de la buena cocina. Todo en un entorno «privilegiado» como es, también, Magaluf. Juanjo Cerdó es el director del Senses Hotels Palmanova. Alfonso Robledo junto a uno de los miembros de la nueva asociación.