La campaña de excavaciones en el poblado naviforme de es Turassot de Costitx ha proporcionado numerosos indicios a los arqueólogos sobre el modo de vida de sus habitantes.
El equipo dirigido por Beatriu Palomar, Sebastià Munar y Nicolau Escanelles trabajará durante tres meses después de que el año pasado se suspendieran las excavaciones por la pandemia y en 2021 se hayan unido ambas campañas.
Este periodo más extendido les ha permitido centrarse en la naveta central del conjunto triple, del que ya se había excavado la naveta más grande en años anteriores. Beatriu Palomar destaca sobre todo «la localización de un muro que, por motivos desconocidos por el momento, se levantó para condenar la zona del ábside de la naveta, que también soportaba un altillo que se derrumbó».
En este espacio condenado, y en el resto de la naveta, han permanecido intactos numerosos elementos que permitirán a los arqueólogos desvelar nuevos detalles sobre la sociedad que residió en el poblado entre el 1400 y el 1000 a.C.
Además de una zona calcinada, donde probablemente hubo un hogar, ha coincidido también con la obtención de herramientas de sílex, restos de cerámica y numerosos huesos de fauna que permitirán configurar con más precisión las características de los habitantes de este gran poblado que forma parte de la Ruta Arqueològica Sencelles-Costitx. Beatriu Palomar explica además que «por los restos que hemos encontrado en el suelo podemos deducir que las paredes interiores de la naveta se enlucían con arcilla».
Trabajos
Los trabajos en es Turassot se extenderán hasta fin de mes, cuando se analizarán al detalle todos los elementos encontrados.
El poblado celebrará mañana una jornada de puertas abiertas. Las plazas ya están cubiertas y no es posible apuntarse.