El Camí del Castell d'Alaró ha sido una de las vías que ha padecido con más intensidad la presión de vehículos y excursionistas que en estos últimos meses de restricciones por la COVID-19 han invadido la Serra de Tramuntana buscando un momento de ocio.
Desde el Ajuntament se montó un dispositivo a finales de 2020 que funciona cada fin de semana con la participación de los miembros de Protecció Civil d'Alaró y que ha conseguido regular los aparcamientos además de evitar colapsos como los que se produjeron tras el pasado verano.
Para amortiguar esta presión humana, que en algunos casos ha supuesto vandalismo contra los marges o ha acabado con multas por coches estacionados en el mismo camino, el Ajuntament está buscando inversiones por parte de instituciones supramunicipales. El alcalde de Alaró, Llorenç Perelló, explica como el municipio «impulsará la rehabilitación de 800 metros lineales de pared seca en los laterales del Camí del Castell». El proyecto tiene un presupuesto de 78.000 euros y el Consorci de la Serra aportará 65.000 euros mientras que el Ajuntament se hará cargo del resto. Aún así, Perelló subraya que «esta actuación no abarca ni el 25 % de los marges que hay en el camino».
Carretera
Otro de los grandes afectados históricamente por la saturación es el estado de la carretera que está asfaltada. Alaró ha solicitado al departamento de Cooperació Local que presupueste acciones para arreglar el firme en los tramos con más desperfectos.
El recorrido hacia el castillo que ya se realiza a pie y está empedrado también sufre de falta de inversiones para su mantenimiento en los dos últimos años. El alcalde Perelló indica que «no es una cuestión de falta de presupuesto, lo que sucede es que el Consell no dispone de suficientes profesionales margers para poder actuar en las paredes y en el empedrado».
El alcalde reclama al Consell que otorgue al Ajuntament «la dirección de las actuaciones que se prevean realizar en el camino antiguo hacia el Castell, porque desde el ámbito local podríamos agilizarlas».