La regidora de Residencia, Francisca Cerdà (Tots), que se vacunó contra la COVID-19 junto a los usuarios y trabajadores de la residencia municipal, mantendrá su cargo aunque ha recibido una reprimenda de sus socios de gobierno: PI, PP y UMP.
Los votos de Tots, PI, el PP y UMP evitaron este lunes que prosperara la moción de reprobación contra la regidora y el alcalde Tomeu Cifre que presentaron al pleno los partidos de la oposición (Junts, Alternativa y Podem).
Coincidentes
Pese a la diferencia en el voto, el PI, el PP y UMP reprobaron en sus discursos la conducta de Francisca Cerdà que calificaron como «poco oportuna». Denunciaron además la «falta de transparencia» en el seno del propio equipo de gobierno sobre este asunto, porque se enteraron de la vacunación de la regidora «cuando ya se había convertido en un problema». Una cuestión –advierten– que «no se puede repetir».
El PI, el PP y UMP marcan así cierta distancia en la polémica vacunación de la regidora que investiga la Oficina Anticorrupció, pero a la vez dan por buenas las explicaciones de sus socios (Tots). Concluyen que tanto la vacunación de Cerdà como las pruebas PCR que se realizaron ella y el alcalde durante meses «cumplían los protocolos y estaban autorizadas por Salut».
«El PP, el PI y UMP han desaprobado su conducta pero no tienen el coraje de votar en contra de esta moción reprobación porque responden más a sus intereses políticos que a los de una ciudadanía quejosa de esta situación», reprochó el portavoz de Junts, Miquel Àngel March.
En el pleno, el alcalde se disculpó reiteradamente ante sus socios y ante la ciudadanía por los «errores cometidos», no así la regidora Francisca Cerdà que insistió en que si pudiera retroceder tres meses en el tiempo «con la misma información que tenía entonces me volvería a vacunar». Cerdà defiende que se vacunó «para proteger a los residentes». «Si llego a entrar en la residencia como una asintomática con la COVID y contagio a alguna persona habrían pedido que me fusilaran», llegó a decir ayer.
Tanto Junts como Alternativa y Podem consideran «innecesarios» los presuntos «trabajos diarios» que Ramon dice realizar en la residencia, dado que existe un director de este geriátrico.
El equipo de gobierno presume de no haber tenido ni un solo positivo en COVID-19 en la residencia municipal.