La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha asistido esta tarde al reinicio de los trabajos de exhumación de la fosa de Porreres, en busca de restos de represaliados de la Guerra Civil, que dan continuidad a la labor en una zona del cementerio municipal donde comenzó la excavación en 2018.
La directora de la excavación, Lourdes Herrasti, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ha explicado en una rueda de prensa que según el estudio previo realizado sobre este cementerio, se estima que «puede haber hasta 120 personas represaliadas» enterradas en él, de las que en la primera fase se recuperaron 55.
«Nos queda bastante por recuperar, otra cosa es que lo localicemos, pero esa es nuestra intención y haremos todo lo posible para que eso ocurra», ha asegurado en la primera jornada de unos trabajos que se prevé que se prolonguen dos semanas. Herrasti ha destacado que lo realizado este lunes ya supone «un avance importante» porque han dejado a la vista toda la zona de trabajo.
Ha recordado que de las nueve fosas del cementerio municipal, una quedó sin excavar en la primera fase por estar debajo de unos panteones que han tenido que ser retirados. «Vamos a intentar completarlo», ha indicado y ha detallado que la intención es «verificar si debajo queda algo».
En 2018, la fosa de Porreres fue la primera donde se ejecutó una exhumación tras la aprobación en el Parlament de la Ley de Fosas en 2016.
En busca de 71 desaparecidos, se excavaron 8 de las 9 fosas de Porreres por parte de técnicos de Aranzadi que extrajeron restos de 49 víctimas, todos muertos de forma violenta y por arma de fuego entre agosto del 36 y marzo del 37. Fueron identificados restos de 14 desaparecidos de la Guerra Civil que se entregaron a sus familiares.
Posteriormente se demolieron nichos, osarios y capillas de la fosa número 5, como paso premio necesario para continuar el proyecto de excavación que se ha retomado este lunes.
El objetivo es «completar toda la exhumación y buscar posibles restos, buscar a familiares y poder cotejar y devolver los restos a sus respectivos familiares», ha añadido la directora de la excavación.
La alcaldesa de Porreres, Xisca Mora, ha destacado que los mismos técnicos retomen ahora los trabajos: «Estamos en buenas manos, conocen perfectamente el espacio y, de cuando se hizo lo anterior, sabemos que los trabajos se harán con respeto y con didáctica, explicando los pasos que se adopten cada día».
Mora ha pedido a quienes quieran acudir a presenciar los trabajos que cumplan las normas impuestas por la crisis sanitaria.
Armengol ha celebrado el comienzo de esta segunda fase de los trabajos que por las circunstancias se ha ido retrasando, «con la esperanza de poder seguir recuperando cuerpos para las familias».
Ha agradecido su apoyo al Ayuntamiento de Porreres, la implicación del equipo Aranzadi y de la asociación Memoria de Mallorca y los historiadores y voluntarios que han investigado y hecho posible realizar avances «para hacer posible la justicia y reparación».
«La fosa de Porreres tiene un significado histórico muy importante para nuestra tierra y para muchos municipios que están pendientes de lo que se pueda encontrar en esta fosa», ha destacado. «La democracia llega tarde pero desde nuestra voluntad política seguiremos trabajando para poder abrir fosas, devolver los cuerpos a sus familias y que todo el mundo pueda tener enterrados a sus muertos y sepan donde están», se ha comprometido.La presidenta ha asegurado que «cada cuerpo que se halla ayuda a todas las familias». «Cada vez que abrimos una fosa cerramos una herida y se trata de cerrarlas dignamente», ha asegurado.
Armengol ha asegurado que el Govern continuará el Plan de Fosas y se ha dirigido también a las familias a las que ha prometido justicia y reparación: «Somos conscientes del dolor y la tristeza y de la pérdida absoluta que han sentido tantos años».