El Ajuntament de Santa Margalida ha instado a la Conselleria de Medi Ambient a reanudar las negociaciones para aclarar la gestión de la depuradora de Son Bosc que compartían, hasta la fecha, Muro, Santa Margalida y Abaqua.
En una carta dirigida por el alcalde, Joan Monjo, al director gerente de Abaqua, Guillem Rosselló, el Ajuntament reitera su voluntad de recuperar la gestión de sus dos depuradoras, la de Santa Margalida y la de Son Serra de Marina, y se ofrece para cogestionar la de Son Bosc, «sea de forma compartida con Muro o con Abaqua».
El mes pasado La Vila rehusó participar en una comisión mixta con el gerente y técnicos de Abaqua para tratar el traspaso de la gestión de esta polémica depuradora ubicada en s'Albufera. Ahora Monjo quiere retomarla y ha nombrado como técnicos por parte del Ajuntament al ingeniero Joan Mateu Horrach - quien en el pasado dirigió Abaqua -, al abogado Miquel Ramis d'Ayreflor, y a sí mismo. Y pone como condición que «en el orden del día Abaqua informe sobre si la capacidad de depuración de la planta que presta servicio a Platges de Muro y Can Picafort (Son Bosc) es ajustada en calidad y cantidad con las previsiones inicialmente proyectadas en 1989».
Juicios y contaminación
Hace unos meses, el Ajuntament de Santa Margalida dio por resuelto el convenio firmado por las tres partes en 2005 para construir una nueva depuradora en Can Picafort. Esta decisión unilateral fue impugnada y ahora Monjo propone que «la tramitación judicial siga su curso» al no haber podido extinguir el convenio de mutuo acuerdo. Pero a la vez advierte de que «tendremos que emprender acciones legales para defender el derecho a un medio ambiente equilibrado, ahora amenazado por la contaminación entorno al Estany de son Bauló y por la nueva depuradora y emisario submarino proyectados».
Guillem Rosselló y los técnicos de Abaqua, en la reunión.