El Ajuntament de Felanitx tendrá que asumir el coste de retirar las toneladas de vidrios, plásticos y otros residuos que hay acumulados en el vertedero ilegal existente en la zona de ca n'Alou (entre la carretera de Portocolom y los puigs de Sant Salvador y ses Comunes). Un vertedero que hace unas semanas denunció la organización ecologista Greenpeace.
Desde que se ‘destapó' el desastre ecológico, el Ajuntament ha intentado localizar al propietario del terreno, pero todas las gestiones han sido infructuosas. La regidora de Medi Ambient, Catalina Soler (PP), ha explicado que la última inscripción en el Registro de la Propiedad data de 1874, y no consta nombre en el Catastro. Por ello «será muy difícil saber quién es el propietario. Hemos solicitado al Colegio de Notarios una búsqueda para saber si ha habido algún movimiento notarial que no pasara por el registro».
Ante la falta de propietario y al considerar que los residuos vertidos llevan allí más de 20 años y, es peligroso al ser el cauce de un torrente, será el Ajuntament quién asuma la retirada.
Si en un primer momento se había puesto sobre la mesa la posibilidad de restaurar la zona tapando los residuos con una considerable capa de tierra y la siembra de árboles; esta posibilidad se ha descartado porque el vertedero está en un comellar y por él discurre el torrente que desemboca en Cala Murada. Por ello, los técnicos han apuntado la necesidad de retirar los restos.
Este viernes, representantes de la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear y del Ajuntament de Felanitx se reunieron para ponerse manos a la obra y colaborar en este complicado proyecto.
Una primera fase será a cargo del Ajuntament. Por la orografía y accesibilidad del terreno, los trabajos de retirada de los envases de plástico y vidrio se hará manualmente. Los próximos días se pedirán presupuestos a empresas especializadas y la intención del alcalde, Jaume Monserrat (PI), es que «antes de final de éste mes hayan empezado los trabajos».
Una vez retirado lo que está en superficie, la Conselleria de Medi Ambient se hará cargo de realizar una cata en el terreno para saber qué hay debajo. «No sabemos si puede haber neumáticos, metales o algún otro elemento contaminante, pero hasta que no se quiten las toneladas de plásticos y vidrios será imposible saberlo», han explicado fuentes municipales.
Incineradora y reciclaje
Todos los residuos de plástico serán trasladados a la incineradora porque después de tantos años es material inservible, mientras que las botellas de cristal serán recicladas.
En cuanto al coste que podrá suponer para las arcas municipales, de momento se desconoce. Se tendrá que esperar al presupuesto de la empresa, aunque con un vertido de tantos años abandonado pueden salir ‘sorpresas' ya que a simple vista no se le ve un perímetro claro. Tampoco se sabe cuánto tiempo se tardará en restituir el terreno.