La Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Delegación de Gobierno en Baleares y la Federación de Entidades Locales (Felib) se han coordinado para combatir los robos de algarroba en el campo balear.
En concreto, según ha informado la Conselleria este viernes en una nota de prensa, han unido esfuerzos para incrementar el control en las ventas sobre el origen de la algarroba, e impedir así la venta de partidas robadas.
Esta actuación nace de los últimos robos de algarroba en diferentes fincas de Mallorca, denunciados por las cooperativas agroalimentarias.
Con el procedimiento que se ha elaborado, cualquier venta de algarroba en una cooperativa, almacenador o a cualquier otro operador económico deberá estar acompañada de una ficha firmada por el titular de la finca autorizando la operación y por quien realice la venta.
La ficha deberá rellenarse con información sobre la finca de origen y su titularidad entre otros datos, que serán obligatorios para que el producto se pueda comercializar.
Además, todas las partes implicadas en las operaciones de venta dispondrán de copias de esta ficha y la deberán pedir en todos los casos.
Por otra parte, el equipo ROCA (Robos en el Campo) de la Guardia Civil podrá inspeccionar los almacenes y locales de cooperativas y pedir los comprobantes de las compras, y ante cualquier amenaza o sospecha de robo, los agentes podrán solicitar estos documentos. Además, la Guardia Civil incrementará las inspecciones.
Este procedimiento ya se está utilizando desde hace unos días por parte de algunas cooperativas, y desde la conselleria se ha pedido que se generalice a todos los operadores involucrados desde este viernes.
Los robos de este fruto se habían producido también en las últimas campañas, pero este año la algarroba ha pasado a ser un producto muy cotizado en el mercado agrícola debido a la subida de precio de su fruto, el garrofín, que se utiliza en la elaboración de muchos productos, según han explicado desde el Govern.
Detenido
Recientemente la Guardia Civil detuvo en Mallorca a un hombre de 34 años tras ser sorprendido transportando 300 kilos de algarrobas robadas en una finca de Sant Llorenç des Cardassar.
Además, investiga la venta de alrededor de una tonelada del mismo producto, supuestamente también robada. Se sospecha que el hombre actuaba en coordinación con otras tres personas.