La subida de las temperaturas ha provocado, un año más, que un alga marina vuelva a teñir de verde las aguas de Cala Santanyí. Para evitar esta situación y conseguir unas aguas cristalinas, el Ajuntament instala una bomba de regeneración que ayuda a mover el agua y mitigar los efectos del alga.
Ahora, el Ajuntament de Santanyí está pendiente de la autorización de Demarcación de Costas para volver a sumergir la bomba, un trámite que debe renovar cada verano puesto que durante los meses de invierno se extrae la instalación del fondo del mar.
Aunque el Consistorio solicitó permiso para sumergir la bomba durante el pasado mes de diciembre, aún no ha recibido el visto bueno de Costas, que remitió la solicitud a Capitanía Marítima para que emitiera un informe sobre la conformidad de la actuación.
Fuentes municipales apuntaron que Costas dispone de dicho informe desde el pasado mes de febrero «aunque aún no ha tramitado el permiso». Ayer trascendió que este permiso llegará al Ajuntament en un plazo máximo de 15 días.
Estudio
Aunque en el año 2016 un estudio de temperaturas determinó que un alga marina era la causante de que el agua se tiñera de verde, algunas voces apuntaban a que la causa podría provenir de los hoteles de la zona.
Este año y con la actividad hotelera totalmente paralizada por la COVID-19 se demuestra la veracidad del estudio.