Las obras de reparación de los paseos de Cala Rajada y Cala Gat, destrozados en el mes de enero por la borrasca ‘Gloria', continúan en marcha ya que fueron declaradas de emergencia por parte de la Demarcación de Costas.
La mayoría de obras de la Isla se han tenido que paralizar en cumplimiento del nuevo decreto del gobierno central que entró en vigor el lunes, pero Capdepera no se ha visto afectado ya que en la disposición adicional 4 y 5 se contempla esta excepción. Pese a ello el proyecto no será una realidad en el mes de junio, tal y como estaba previsto inicialmente, ya que la ejecución de los diferentes trabajos es mucho más lenta al contar, por una parte, con menos trabajadores y, por la otra, al tener que extremar las medidas de seguridad.
La regidora de Vies i Obres, Mónica Viejo, así lo explica a este periódico. «Las obras no se paran pero han de cumplir muy seriamente y por ello el coordinador de seguridad y salud estará continuamente encima para que el protocolo se contemple de manera muy estricta».
Por todo ello explica que «las obras se ralentizan, hay menos trabajadores, pero sin ningún lugar a dudas, ahora mismo lo primordial es la salud de los trabajadores. Las empresas, el Ajuntament y los coordinadores de salud, directores de obra y técnicos municipales estamos en contacto y tenemos muy claro que salvaguardar la salud es lo más importante».
En estos últimos días se han estado realizando tareas de seguridad en las zonas afectadas. En el caso de Cala Gat todavía se está encofrando para cuando se pueda poner el hormigón. También hay que tener en cuenta que hace dos semanas hubo temporal en la zona que también retrasó el desarrollo de las obras.
Las obras se suceden simultáneamente en ambos paseos. El pasado día 11 de marzo se iniciaron, inmediatamente después de obtener la autorización de Madrid y ser declaradas obras de emergencia. Los técnicos municipales hicieron un informe contundente en el que se advertía de que la situación de peligrosidad en el paseo de Cala Gat ya que la infraestructura quedó muy dañada. La inversión prevista en este caso es de 2,2 millones de euros.
En el caso de Cala Rajada los perjuicios fueron menores y el presupuesto asciende alrededor de los 600.000 euros. Se ha empezado con la cimentación de la zona en donde está prevista la ocupación de las terrazas para continuar después con los tramos siguientes.
El Ministerio para la Transición Ecológica aportará el 50 por ciento del coste de los trabajos. Desde el Ajuntament de Capdepera, el alcalde, Rafel Fernández, pidió también la implicación económica de las administraciones supramunicipales.