Cuando estos días el conseller d'Educació Martí March explicaba a los responsables del Gobierno central la peculiaridad del sistema educativo en Baleares (es la única comunidad autónoma que crece en alumnado año tras año) se refería a una situación que los alcudiencs conocen bien.
Un centenar de alumnos del nuevo colegio (aún en en construcción) asisten a clase distribuidos en las aulas de otras tres escuelas públicas del municipio: Hort dels Fassers, S'Albufera y Norai. El año próximo lo harán al menos 25 más.
‘Escuela nórdica'
El Govern prevé que en enero de 2021 estos escolares ya puedan comenzar a estudiar en su propia escuela, situada entre las avenidas de Suecia y Noruega. March tiró de ironía este lunes al decir que será una «escuela nórdica». Tendrá capacidad para 450 alumnos. Para facilitar la construcción del nuevo centro en el menor tiempo posible, el Ajuntament d'Alcúdia (el municipio con más dinero retenido en el banco por la ‘ley Montoro') ha adelantado los 4,3 millones de euros que cuesta. El Govern se los devolverá en distintas anualidades.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, acompañó al conseller y a su equipo, a visitar las obras de construcción de la nueva escuela de Alcúdia. Quiso reforzar así la apuesta del Govern por la educación pública y agradecer (con buena parte de la comunidad educativa en pie de guerra, entre otras, las familias de Manacor) la «paciencia de los padres, profesores y alumnos sometidos a más presión de la que querríamos», dijo Armengol.