Decenas de vecinos de Campos y visitantes no se perdieron este domingo la diada de devoción en honor a Sant Blai, co-patrón de la localidad. A pie o en bicicleta recorrieron los tres kilómetros que separan la localidad con el Oratorio dedicado al santo, en la carretera de la Colònia de Sant Jordi.
La gran mayoría de los participantes llevaban un pañuelo naranja ataviado por el cuello bajo la iniciativa que se instauró hace unos años de ‘Sant Blai sense fum'. Sólo las personas mayores o impedidas utilizan vehículo a motor para ir al oratorio este día.
Hubo misa solemne presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull. Se bendijeron los alimentos y el aceite con el que se unta la gente el cuello para protegerse de dolor de garganta. La jornada lúdica continuó con los bailes característicos de los osos y, a mediodía, los asistentes degustaron una enorme paella.
En los jardines de flora mediterránea que rodean el oratorio, los voluntarios venden galletas y otros productos bendecidos. Además, hubo tir de fona, taller de molinillos de papel, muestra de halconería, tiro con arco, así como exposiciones de pintura relacionados con Sant Blai y realizados por los alumnos de las escuelas. Tampoco faltaron las demostraciones de cordar sillas, bordados o massetes.
Campos tienen mucha devoción a Sant Blai. El oratorio fue la primera iglesia de Campos, documentada en el año 1248. Ya en el 1405 la parroquia se trasladó al núcleo urbano del pueblo. pero a este templo, los campaners le tienen gran devoción.