Las entidades agrarias y ganaderas Asaja Baleares, Unió de Pagesos de Mallorca y UPA-AIA Illes Balears se han concentrado este sábado a la entrada de Campos (Mallorca) porque «los agricultores y ganaderos de Baleares están al límite» y «cada vez es más insostenible su continuidad».
La iniciativa ha concentrado a unos 25 tractores y a unas 200 personas que han reivindicado las necesidades del sector. Además han traído una vaca que han ordeñado durante la protesta.
La protesta ha tenido como objetivo concienciar a la población sobre la necesidad de consumir productos locales y hacer posible la supervivencia del sector.
Estas organizaciones han querido manifestar las «graves dificultades» por las que «atraviesan» los agricultores y ganaderos de las islas, y la «necesidad» de encontrar «soluciones inmediatas» que ayuden a reducir los costes de producción y «compensar» los efectos de la insularidad.
Entre los problemas que han puesto sobre la mesa figuran la congelación de lo que cobran los productores de los alimentos, mientras que «año tras año suben los precios de producción». La consecuencia es el cierre de explotaciones agrarias y al «abandono» de la actividad.
La insularidad «multiplica» los problemas de los agricultores y ganaderos de Baleares, mientras que la llegada de productos de fuera de Europa «desestabiliza» los productos locales.
De ahí que el sector haga hincapié en incrementar el consumo del producto local y que todas las cadenas de alimentación «se comprometan» con su venta. En este sentido, «debe haber un compromiso mayor» del sector hostelero, sostienen.
El producto local es «más sostenible» que los importados, afecta menos al cambio climático y su compra ayuda a mantener el territorio, la población rural y el paisaje.
Además, durante la protesta también se ha reclamado una mayor bonificación del gasóleo agrícola, medidas fiscales para la contratación de personal, asegurar ayudas europeas adaptadas a la insularidad, revisar las tarifas eléctricas, facilitar nuevos regadíos y desarrollar la nueva ley agraria.
La manifestación de este sábado se irá repitiendo en las próximas semanas para «llamar la atención» sobre las diferentes problemáticas que afectan a la viabilidad de las explotaciones de las islas.
Como ejemplo de esta situación, en Mallorca se consumen 70 millones de litros de leche anuales, de los que solo 10 millones se producen en Mallorca.
El precio que se paga a los ganaderos de la isla es de 0,34 euros el litro, mientras que el coste de producción debido a la insularidad se sitúa entre 0,32-0,34 euros el litro de leche.
Comprar leche de Mallorca no solo reporta beneficios para los ganaderos, sino también para los agricultores que producen forraje, cereal o maíz. Además, el estiércol de las vaquerías enriquece los campos sin necesidad de emplear abonos químicos, sostienen estas entidades.