El desfile de carrozas y comparsas de Sant Antoni en Consell nada o poco tiene que ver con las escenas de temática tradicional que se pueden ver en otras citas, como las Beneïdes de Muro. Los consellers y conselleres convierten esta fiesta en un anticipo del carnaval, con disfraces de temática libre y ayer no fue una excepción.
La figura de Sant Antoni y varios dimonis boiets encabezaron este sábado el desfile que partió cerca de las cinco de la tarde desde la avenida Francesca Homar en dirección a la plaza, donde se congregaba un numeroso público. Tras ellos, las comparsas a pie, con disfraces confeccionados por los padres y madres durante las últimas semanas. De hecho, la participación de grupos de alumnos de las distintas aulas de los centros educativos del municipio ha hecho que, en los últimos años, este desfile haya ganado en participación. No tanto así con las carrozas, este año solo hubo tres, en las que los jóvenes montan su propia fiesta.
Entre los disfraces hubo una variedad de ideas imaginativas: cintas de casette, un estudio de Hollywood de los años '20, pizzas con sus repartidores, cajas de leche con galletas, unas originales bolas de cristal que se venden como souvenir, una galaxia con sus astronautas, etc.
El desfile de Sant Antoni precedió a la noche de foguerons, una costumbre no muy extendida en Consell pero que de año en año va consolidándose.