Con una larga tradición, Muro celebró unas de las Beneïdes más vistosas y multitudinarias. Numerosos payeses llegados de toda Mallorca participaron en ñas Beneïdes de es Santa Antoni 2020 con grandes rebaños de ovejas, como el de Pep Mesquida, con casi mil animales; así como cabras y perros de todas las razas. Gracias a la colaboración de particulares y clubes hípicos, desfilaron decenas de caballos, más de una veintena de ponis y todo tipo de carros y carruajes.
Algunos jinetes desfilaron con máscaras de dimoni y otros deleitaron al público exhibiendo las habilidades de doma de sus equinos. Un simpático momento se produjo cuando un carro conducido por dos «madones» que, trinxet en mano, se hicieron un pa amb sobrassada ante el párroco que arrojaba el agua bendita, o el protagonizado por la Tercera Edad de Muro, que se puso a hacer yoga sobre la carroza a favor de la paz mundial.
Entre las mascotas menos corrientes, en Muro se llevaron a bendecir tortugas, hamsters, un búho real y dos lechuzas, iguanas, periquitos, loros y las ocas de Miquel Adrover de Felanitx, que desfilaron bajo la vigilancia de su perro pastor.
En una plaza abarrotada de público se instalaron unas gradas presididas por las autoridades. La presidenta del Consell, Catalina Cladera, y la consellera de Afers Socials del Govern, Fina Santiago, asistieron a las Beneïdes, al igual que alcaldes de los municipios vecinos.
El Ajuntament estrenó una carroza institucional, fuera de concurso, que portaba a Sant Antoni, mientras los dimonis acechaban al público con sus escobas o con sus forques. Detrás de los animales, llegaron las carrozas, con una veintena de montajes. Entre los de temática tradicional se vieron escenas que recreaban las labores del campo, unas matances en vivo, el cultivo de la calabaza e incluso una barbería antigua, raor en mano. También hubo alusión a las rondalles y los murers lucieron con orgullo sus vestidos de payés.
Los más jóvenes se decantaron por las carrozas y comparsas de temática libre. Hubo carrozas futuristas, en las que los animales tomaban el relevo de los humanos, incapaces estos de cuidar el planeta, e incluso los personajes del videojuego Minecraft.
Las Beneïdes de Muro se prolongaron durante tres horas, con una árdua labor a cargo del speaker, Paco Vera, que permitió al público conocer los detalles de lo que estaban viendo, desde el bebé de 14 meses que dormía acunado en un bressol hasta el hecho de que el instituto de secundaria, cuyos alumnos vestidos con togas, repartieron libros entre las autoridades, cumplía 25 años.
Las Beneïdes de Muro se prolongaron durante casi tres horas, con una magnífica labor del speaker, Paco Vera, que permitió al público conocer los detalles de lo que estaban viendo: el nombre del bebé de 14 meses que dormía acunado en un bressol sobre una de las carrozas; las razas de los caballos y quiénes los montaban; o el hecho de que el instituto de Secundaria, cuyos alumnos repartieron libros entre las autoridades, cumplía 25 años. El desfile de carrozas mantuvo un gran nivel, con un claro ejemplo en la maqueta que reproducía a escala la iglesia de Muro y el campanario, con todos sus detalles.
Este año el Ajuntament había incrementado la cuantía de los premios para las carrozas y los participantes respondieron al envite con vistosos montajes.
El primer premio se fijó en 1.320 euros, más otros 495 € si la carroza iba acompañada de una comparsa a pie; el segundo premio, 1.100 euros y otros 330 € para los acompañantes; y un tercer premio de 660 euros más 220 € para la comparsa. El próximo año está previsto que aumenten otro diez por ciento.