Alarma por mala gestión de materiales peligrosos en Alaró. Un ciudadano ha utilizado las redes sociales para denunciar que el punto verde del municipio no realiza una correcta gestión del amianto que los vecinos desechan. Desde el Ajuntament han desmentido esta situación y afirman que se realiza siguiendo la normativa y de forma segura.
Según expone @11dBastos en un hilo de Twitter un trabajador municipal le aseguró que ellos no quieren romper el fibrocemento por el riesgo que supone y la alta toxicidad de la uralita. Todas las directivas del sector prescriben que se debe hacer una gestión específica de este material, muy utilizado en la construcción desde hace décadas con equipos especiales. Denuncian que en algunas ocasiones son los mismos ciudadanos los que lo rompen y lo depositan en sacos para que un camión lo transporte a un punto final de tratamiento, acción que no está permitida ya que el objeto del que se sospeche que pueda contener amianto debe depositarse en los puntos autorizados de una pieza y dentro de unas sacas específicas para este tipo de materiales.
En el caso de Alaró, según este usuario, «la situación es más preocupante si cabe, al recordar que el punto verde se encuentra a pocos metros del campo de fútbol, donde a diario entrenan niños y jóvenes». El Consistorio explica que las cantidades que se pueden manejar son muy pequeñas y que los materiales que podrían contener amianto no pueden exceder unas medidas determinadas para llevarlas al punto verde y que las piezas nunca deben romperse. Explican que se realizan los pasos que marce la normativa para el tratamiento de estos materiales que se sigue en otros puntos verdes del Raiguer.
El amianto es uno de los componentes del fibrocemento, un material comercializado por la empresa Uralita, y por ello se ha conservado popularmente su nombre. Sus fibras microscópicas pueden permanecer en suspensión en el aire y pueden representar un riesgo respiratorio. Este es mayor cuando el material se manipula, se rompe o se trocea.