Un vertido de aguas residuales obliga a cerrar la pequeña playa del Port d'Andratx conocida como 'Brismar'. La fuga del líquido de detectó el pasado domingo y, según parece, se trata de una avería en la bomba de impulso situada en las proximidades a la playa.
Desde la casa Consistorial actuaron con celeridad precintando la zona e impidiendo el acceso a los bañistas. Según indican fuentes del Ajuntament d'Andratx, la avería está en vías de solución y actualmente están pendientes de los resultados de las analíticas del agua para poder abrir de nuevo el acceso.
Otra de las consecuencias del vertido de aguas residuales en la playa son los malos olores. Algunos turistas que cenaban en los restaurantes de la costa tuvieron que marcharse, a lo que comentaban: «Cada año lo mismo, aguas sucias».