Las barreras de Cala Varques, en Manacor, están cerradas y no se volverán a abrir. Así lo ha decidido la propiedad de la finca por la que se accede a la playa virgen para poner fin a la saturación de la zona y a las amenazas que reciben por parte de los explotadores del chiringuito ilegal que, desde hace años, se instala en la playa sin ningún permiso.
Debido a esta situación, y tras la imposición de un gran número de denuncias ante la Policía Nacional, la propiedad presentó una demanda en el juzgado el pasado viernes contra el propietario del chiringuito por amenazas y agresiones, tanto físicas como verbales.
Pro Camins Públics defiende la existencia de un paso libre hasta la playa de Cala Varques
Además, también pusieron en conocimiento del juzgado la ocupación ilegal de su propiedad «en la que hay acampadas, que promociona el dueño del chiringuito, y una gran aglomeración de gente que cruza por nuestros terrenos y que provoca muchos desperfectos. Unos desperfectos que debemos reparar nosotros».
Apuntan a la promoción turística que hizo el Ajuntament de Manacor, en la feria turística de Berlín de hace unos años, como una de las causas a la situación actual, que tildan de «insostenible». Además, añaden que desde las administraciones «no se da ninguna solución».
Sobre el motivo que les ha llevado a cerrar la barrera son muy claros: «Porque es nuestra casa y porque estamos cansados y aburridos de no tener ninguna solución a este problema».
Una propuesta que realizó la propiedad, pero que no prosperó, fue la de contratar a una persona para que «controlara el acceso de las personas, vigilar que no se montaran acampadas dentro de la finca y asegurarse que, por la noche, no quedaba nadie. Pero desde el Ajuntament de Manacor no se vio con buenos ojos», aseguran. Por esta razón, los dueños de los terrenos que dan acceso a Cala Varques apuntan a que «hay muchos incidentes porque no hay control ninguno y algunos aprovechan para montar negocios en nuestra propiedad sin permisos y nadie les dice nada». A principios de abril, la Conselleria de Medi Ambient interpuso una multa de 100.000 euros al dueño del chiringuito y le prohibió la reapertura. Aún así, la actividad sigue operativa.
Ante esta situación, desde el Ajuntament de Manacor se informó de que no se tenía constancia del cierre de la barrera de Cala Varques y que se enviaría una patrulla de la Policía Local para que levantara acta. Después, «se pondrá el tema en manos de los servicios jurídicos», según fuentes municipales. Aún así, la propiedad consultó con su abogada antes de proceder al cierre total de la finca y ha decidido que la barrera no se reabrirá.
El dueño del chiringuito
Aunque la situación entre la propiedad de Cala Varques y el dueño del chiringuito ilegal hace años que es insostenible, durante los últimos 15 días ya se ha hecho insoportable. Los amos de los terrenos denunciaron que «el dueño del chiringuito se lanzó contra nuestro coche, que estaba parado, y rompió la luna delantera para simular que lo habíamos atropellado. Y este solo es un ejemplo». Otro, fue que dos trabajadores del bar ilegal agredieron a una de las propietarias, que aseguran que los ataques verbales y amenazas son continuos. De hecho, las barreras de acceso de su finca y las del vecino están llenas de pintadas con insultos dirigidos a la propiedad. Al lado de la barrera, ha aparecido un butrón en la pared y la rejilla de una finca vecina ha sido quitada para poder saltar. En el interior de la propiedad, se denunció la ocupación de una caseta y desperfectos en la misma tras una reforma.