El proyecto de reforma de la carretera del Port Vell ha sufrido una serie de modificaciones con el objetivo de proteger las termas romanas de Son Sard, sacadas a la luz en 2012 cuando se iniciaron las obras de construcción del carril bici en la MA-4034. Este importante hallazgo obligó al Consell a paralizar esta ampliación y ahora, ocho años después y tras una serie de vicisitudes, el proyecto se encuentra en fase de supervisión y el objetivo es que las obras se puedan iniciar a finales de año. Saldrá a licitación por unos 5,4 millones de euros y tiene un periodo de ejecución de 17 meses.
A lo largo de todos estos años no se ha llevado a cabo ninguna actuación. Tras descubrir esta vila romana se realizaron una serie de excavaciones arqueológicas, se hicieron visitas guiadas y los expertos destacaron la importancia del yacimiento ubicado en una zona de gran valor arqueológico. A la espera de tomar una decisión se optó por el cubrimiento de las termas con tierra para su protección. Actualmente la vegetación ha vuelto a crecer y no hay ninguna señal indicativa de que exista este yacimiento que fue declarado Bé d'Interès Cultural (BIC) por el Consell en 2016.
Desde el Ajuntament, el alcalde Antoni Servera explica que desde hace años reclaman la ampliación de la carretera ya que «es una vía muy estrecha y en la que se han registrado numerosos incidentes». El proyecto ha modificado su perfil longitudinal y la planta para disminuir la afectación en la zona BIC del Talaiot y mejorar las entradas a las propiedades de los vecinos. Se modifica la sección transversal de la carretera para mejorar la seguridad.
También se atienden a las prescripciones de Patrimoni Històric realizando una nueva canalización que no afecte a las zonas del yacimiento arqueológico.
Por otra parte, uno de los muros de contención se ha derrumbado y Patrimoni ha realizado un informe en el que se solicita a Carreteres que lo repare y que haga un refuerzo del cubrimiento de la termas para vigilar que no se degraden.