Los autores de la tala ilegal de pinos en Cala Vinyes (denunciada por este diario en su edición del pasado 5 de febrero) deberán replantar los 24 árboles aserrados y hacer frente a una multa de 63.700 euros. Cantidad que podría ascender a los 76.400 en caso de que los infractores no atiendan a los requerimientos del Ajuntament de Calvià.
Tras recibir los informes técnicos del departamento municipal de Medio Ambiente, los responsables políticos del Consistorio han firmado la resolución de iniciación del pertinente expediente de disciplina urbanística, que se desarrollará en una doble vía:
Por una parte, a través de una vertiente restauradora que insta a los autores de la tala ilegal de los pinos en unas parcelas de Cala Vinyes a replantar los 24 árboles arrasados, así como ha depositar un aval bancario en garantía de su reposición. Y por otra, una vertiente sancionadora contra la empresa promotora (propietaria de los solares) y contra la empresa constructora (ejecutora de la tala). Ambas deberán hacer frente a sendas sanciones de 31.832 euros, montante que puede llegar a los 38.199 por cabeza si, promotor y constructor, no cumplen con los requerimientos fijados por el Ajuntament de Calvià.
En el castigo a tales prácticas irregulares ha resultado clave la participación de un de vecino de Cala Vinyes que el sábado 2 de febrero dio la voz de alarma cuando tres individuos –de origen eslavo y pertrechados de otras tantas motosierras– estaban talando pinos en unas parcelas situadas en la calle Goleta. Cuando este vecino denunció los hechos a la Policía Local de Calvià ya habían cortado «entre 20 y 25» árboles, aseguró entonces este residente a Ultima Hora, cuyo testimonio ya fue determinante en mayo de 2018 para alertar de la tala de un centenar de pinos en un Área Natural de Especial Interés (ANEI) de Cala Falcó para despejar las vistas al horizonte marino, un lugar muy cercano al de donde sucedieron los hechos del primer fin de semana del pasado febrero.
Ese día, mientras llegaban los agentes de la Policía Local de Calvià, el denunciante obligó a los operarios a parar y estos le aseguraron que trabajaban para una empresa inmobiliaria de Palma. Minutos después, los agentes de la Policía Local llegaron al lugar de los hechos y levantaron acta de la denuncia. Asimismo, en los días siguientes, el mismo vecino realizó varias gestiones en la oficina del catastro para averiguar la identidad de los particulares o empresas que ordenaron la tala y, posteriormente, interponer una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.
Los autores de la tala ilegal de 24 pinos sólo tenían permiso para limpiar el solar de matorrales y contar tres o cuatro árboles afectados por una plaga.