Tanto los hornos como los molinos de la fábrica de cemento de Lloseta permanecerán en pie pese a cesar la producción y despedir a sus empleados. La multinacional comunicó al Govern que dejaba de producir a partir del 2019 –en realidad, se dejó de fabricar en octubre– pero solicitó mantener la licencia para producir dos años más. La ley avala esta opción.
¿Qué pretende realmente Cemex solicitando mantener la licencia? Las fuentes consultadas interpretan que con ello aplaza el desmantelamiento de los hornos, los molinos y el resto de infraestructura utilizada para fabricar. Si se dejara de fabricar y se renunciara a la licencia, Cemex debería desmantelar la fábrica en el marco de un proceso reglado y supervisado por el Govern. Con ello, pospone el desmantelamiento.
Nadie piensa que Cemex vaya volver a producir cemento a corto o medio plazo en Lloseta. No obstante, conservando la licencia debería poder volver a fabricarlo inmediatamente. Asimismo, deberá mantener la infraestructura en las condiciones adecuadas y someterse a las inspecciones reglamentarias.
Nuevas instalaciones
Si no se desmantela la parte de la planta dedicada a la fabricación de cemento, cabe deducir que la nueva planta de hidrógeno, de la que apenas se ha detallado el proyecto, se va a instalar en unos terrenos distintos a los que ahora albergan los hornos y los molinos.
Asimismo, hay que tener en cuenta que las instalaciones se verán muy posiblemente modificadas a fin de albergar una nueva planta de asfalto, otra para el tratamiento de áridos y también un centro de logística y distribución de cemento. A la espera de que las tres sociedades implicadas hagan público la ubicación, se especula con la posibilidad de que la nueva planta de hidrógeno se instale al sur de la actual fábrica, en torno al actual aparcamiento, en suelo calificado como industrial.
Por su parte, el parque solar que alimentará esta planta se podría ubicar en terrenos tanto industriales como rústicos situados aun más al sur.