Los trabajadores de Cemex celebran el acuerdo para la reindustrialización de Lloseta y su comarca, pero seguirán atentos y vigilantes: el proceso para reconvertir la cementera en una planta de generación de hidrogeno justo acaba de iniciarse y el Expediente de Regulación de Empleo, que afecta a toda la plantilla, todavía no se ha ni negociado.
«Hemos conseguido una nueva actividad industrial para la fábrica y las empresas que operarán nos parecen solventes. Pero quedan muchas dudas por despejar. Tememos, por ejemplo, que las actuales condiciones laborales se reduzcan al ser contratados por nuevas empresas. ¿Tendremos que hacer el mismo trabajo por un sueldo inferior?», señaló Vicenç Villalonga, el presidente del comité de empresa. «El lunes se presenta el ERE y todavía hay que saber cómo se nos va a recolocar, con qué condiciones, al amparo de qué convenio...», añadió.
Roberto Serrano, trabajador de Cemex y responsable en Balears de Construcción de UGT, coincidió con Villalonga en el sentido de que hay que saber con qué condiciones serán contratados por Enagás y Acciona (las empresas que junto a Cemex explotarán la planta de hidrógeno) pero indicó que se trata de sociedades «solventes» de las que conocen los convenios colectivos. «Lo que nos preocupa es la transición entre el despido por parte de Cemex y la contratación por parte de las nuevas empresas. ¿Acaso estaremos unos meses sin trabajar?», avisó Serrano.
Los trabajadores de Cemex mantuvieron este jueves una reunión en las instalaciones de la fábrica, señaló el presidente del comité de empresa, en la que trataron estos y otros temas. «La principal preocupación, ahora, es el ERE que se comenzará el lunes», sentenció.