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El Govern tira del «urbanismo a la carta» para la «reindustrialización» de Cemex

Sobre estas líneas, una imagen de la planta de Lloseta, donde ya no se volverá a fabricar cemento. Aun no se sabe qué se hará con estas instalaciones, pero el miércoles se despejará la incógnita: la ministra de Industria, Reyes Maroto, vendrá a Mallorca a propósito para explicarlo. | Teresa Ayuga

| Lloseta |

La multinacional Cemex no tendrá que cumplir con la normativa urbanística ordinaria para llevar a cabo sus planes para «reindustrializar» la planta de Lloseta, una vez ha descartado definitivamente volver a fabricar cemento. El Consell de Govern aprobó el pasado 21 de diciembre un decreto ley para regular los «proyectos industriales estratégicos» que prevé que dichas iniciativas queden dispensadas de cumplir la legislación urbanística convencional.

El decreto exonera a los «proyectos industriales estratégicos» de cumplir con el Pla Territorial Insular, las normas subsidiarias municipales y, en algunos casos, con los planes urbanísticos especiales (que regulan ámbitos más concretos como polígonos industriales o puertos). Sin embargo, fija ciertos límites, como que estos proyectos únicamente podrán desarrollarse en «suelos calificados como urbanos o urbanizables y siempre que la actividad del proyecto se incluya dentro de los usos permitidos o, en caso contrario, que sea un uso adecuado a la ubicación del proyecto».

Informes

La disposición, aun pendiente de validar por el Parlament, establece que la potestad para declarar un «proyecto industrial estratégico» corresponderá al Consell de Govern y que el ayuntamiento de la localidad deberá emitir antes un informe al respecto que será vinculante y el Consell Insular otro que será «determinante». En su informe, cada consistorio deberá «exigir al promotor las tasas o los impuestos que corresponderían a las licencias».

Una vez el Consell de Govern declare la iniciativa «estratégica», el promotor podrá iniciar la obra quedando exonerado de solicitar licencia, obtendrá la declaración de interés general y tendrá «prioridad» en la tramitación administrativa. Posteriormente, el ayuntamiento afectado deberá «incorporar a su planeamiento [...] la regularización urbanística del proyecto ejecutado».

Este decreto fue aprobado el 21 de diciembre, un mes y medio después de que Cemex anunciara el cierre la fábrica de Lloseta (y el despido de sus empleados) y en plena negociación con los gobiernos central y autonómico para tratar de salvar los puestos de trabajo. El 26 de diciembre se hizo público que se había alcanzado un acuerdo para «reindustrializar» la planta de Lloseta con ocho nuevos proyetos.

Los detalles de estos proyectos se conocerán el miércoles de la mano de la ministra de Industria, Reyes Maroto, que debe venir a propósito a Mallorca a explicarlos. Por lo tanto, se desconoce el alcance urbanístico que tendrán.

Josep Alonso, exsecretario municipal de Lloseta y letrado cercano al ecologismo, valoró el decreto en estos términos: «Me parece escandaloso: son proyectos que, caso de declarase estratégicos, se impondrán a la planificación urbanística recogida en las normativas municipales o el Pla Territorial. Y además se los exime de pasar la evaluación ambiental. ¿Dónde queda la planificación? Veremos urbanismo a la carta».

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