El Ajuntamiento de Pollença ha procedido a desmontar este miércoles el quiosco de Gelats Valls de la plaza de Pollença.
El consistorio ha corrido finalmente con todos los gastos después de que la empresa entrara hace meses en un concurso de acreedores. Ahora tratará de recuperar el dinero invertido a través del administrador concursal.
A diferencia del polémico quiosco de los helados del Moll, que estaba en la calle, el de Pollença ocupaba un solar, aparentemente municipal, no inscrito en el registro. Basándose en esa diferencia y en el hecho de que se trataba de una estructura «desmontable», el Ayuntamiento había evitado intervenir hasta ahora.
El desalojo del quiosco del Moll desató hace dos veranos una ola de solidaridad vecinal sin precedentes hacia los Valls. El caso acabó en el juzgado después de que un empresario denunciara al alcalde Miquel Àngel March y al exalcalde Bartomeu Cifre Ochogavía por presunta prevaricación por permitir a la familia explotarlo sin licitación pública.
La denuncia se archivó finalmente después de que el denunciante retirara su querella, una vez que el Ayuntamiento desalojó y desmontó el quiosco para llevárselo a las dependencias municipales a la espera de que los tribunales se pronunciaran sobre el caso.
{{#values}}{{#ap}}{{/ap}}{{#ap}}{{/ap}}{{/values}}La familia Valls, en desacuerdo con el proceso de desalojo, también había llevado al Ayutnamiento a los tribunales y en una primera sentencia el juzgado ha avalado la actuación del Consistorio.
Tras varios meses de rumores el pasado mes de junio, Gelats Valls presentó concurso de acreedores dejando a una decena de trabajadores en la calle. Una parte de la familia ha montado una nueva heladería en Pollença.