El Ajuntament de Pollença desmontará este mes el quiosco de Gelats Valls de la plaza de Pollença, empedrará el espacio público hasta ahora ocupado e instalará aparcamientos para bicicletas.
El alcalde Miquel Àngel March confirmó que el Ajuntament correrá finalmente con todos los gastos del desmontaje con grúa dado que la empresa entró en un concurso de acreedores. Después tratará de cobrar como un acreedor más a través del administrador concursal.
A diferencia del polémico quiosco de los helados del Moll, que estaba en la calle, el de Pollença ocupa un solar, aparentemente municipal, no inscrito en el registro. Basándose en esa diferencia y en el hecho de que se trataba de una estructura «desmontable», el Ajuntament había evitado intervenir hasta ahora.
El desalojo del quiosco del Moll desató hace dos veranos una ola de solidaridad vecinal hacia los Valls. El caso acabó en el juzgado después de que un empresario denunciara a March y al exalcalde Cifre por presunta prevaricación por permitir a la familia explotarlo sin licitación pública. La denuncia se archivó cuando el denunciante retiró su querella una vez que el Ajuntament desmontó el quiosco. En junio, Gelats Valls presentó concurso de acreedores dejando a una decena de trabajadores en la calle. Una parte de la familia ha montado una nueva heladería.