Un empresario inglés ha comprado la finca de Gabellí Gran, matriz de las Fonts Ufanes, con el objetivo de recuperar las casas de la possessió (una de las más antiguas de Mallorca) y reconvertirlas en un hotel rural de cinco estrellas.
Las obras de rehabilitación comenzarán, previsiblemente, a principios de 2019 después de que la Comissió balear de Medi Ambient haya informado favorablemente al proyecto que se sitúa a 400 metros del monumento natural de las Ufanes y que deberá adaptarse también a las exigencias impuestas desde Patrimoni.
La rehabilitación de la possessió no solo incluye la recuperación de sus construcciones, sino también de sus campos, que habían sufrido un abandono progresivo. La propiedad ha plantado 13,5 hectáreas de viña de secano, está recuperando los olivares y tiene además un rebaño de ovejas pastando en sus terrenos. Ya ha comenzado a producir aceite que comercializará en el futuro bajo la denominación de origen Oli de Mallorca. De aquí a cinco años tiene previsto también comenzar a comercializar su propio vino bajo la marca Vi de la Terra.
La inversión prevista en la reforma es de 1,5 millones de euros aunque el total podría rondar los 2,5 o tres aparte del precio por el que se vendió la propiedad en 2015 y que la actual propiedad prefiere no revelar. Así lo explica Josh Brown, director de Semilla Sinergias, la empresa que figura tras este proyecto.
Josh Brown cuenta que el propietario de Gabellí Gran es un gran aficionado al ciclismo, enamorado de la ruta que conecta Campanet con Pollença y que pasa por delante de las Ufanes. «Esta es una de sus rutas favoritas, vio la possessió, se interesó y aprovechó la oportunidad», dice Brown.
La possessió mantendrá su configuración actual recuperando los elementos propios como la capilla o la almazara. «La idea es utilizar la capilla para la celebración de posibles bodas íntimas y situar en la almazara un restaurante y un pequeño museo», explica Brown.
Para la recuperación de todos los elementos de piedra seca la propiedad ha contratado como marger a Jaume Femenies que en estos momentos se centra en la recuperación de los marges del camino de acceso a la propiedad y también del olivar.
«Nuestra idea es restaurar los elementos de interés patrimonial e incluirlos en el hotel como parte de su encanto, por ejemplo ubicando el restaurante en la tafona», dice el director. Explica que tratarán también de recuperar los sistemas tradicionales de agua para volver a hacer funcionar su emblemática fuente. Aunque se utilizará la alberca original como piscina de agua dulce también se prevé la construcción de una nueva. Las obras durarán al menos un año y medio.