El equipo de arqueólogos que el lunes comenzó a excavar la fosa del cementerio de Alaró sigue sin hallar de momento los restos del exalcalde republicano de Mancor y su hijo. Por contra, sí han aparecido los restos de tres edificaciones antiguas cuya existencia se desconocía. Se trata de un pozo que posiblemente se utilizó como osario, un muro y una estructura con forma poligonal.
A pesar de que se consideraba que la excavación de esta fosa podría ser relativamente rápida y fácil (dado que era pequeña y que su ubicación estaba bien documentada), los investigadores indican que el hecho de no haber encontrado todavía los restos de los asesinados entra dentro de lo previsible. «Y puede que aun quede mucha tierra por retirar», señaló el autor del informe que guía la intervención arqueológica, Marçal Isern.
El lunes, los arqueólogos desescombraron la capa de suelo más superficial y delimitaron el área a excavar. Ayer martes los trabajos se centraron en ir vaciando el área mencionada, de forma manual y con maquinaria. En alguna parte ya se ha alcanzado el metro de profundidad, en otras la profundidad es menor.
Huesos aislados
Isern explicó que durante la excavación se han hallado huesos humanos de recién nacidos y alguno de un adulto, pero de manera aislada. Al final de la jornada se encontró un esqueleto, no excavado completamente, que corresponde a un niño.
Además de políticos (los alcaldes de Mancor y Alaró, así como la exalcaldesa socialista Aina Munar), vecinos del pueblo se interesaron por la excavación y visitaron el cementerio a lo largo de la mañana y de la tarde.