Los alumnos del instituto Can Peu Blanc de sa Pobla han denunciado recientemente que el hedor a estiércol provoca malestar, mareos, náuseas e incluso vómitos entre los estudiantes. El edificio escolar se construyó en medio de la marjal de sa Pobla y desde el centro explican que en esta época del año siempre hay malos olores que conviven con los últimos días de clase. La situación se volvió insostenible la semana pasada cuando el fuerte hedor provocó quejas y molestias.
Ante esta situación, la dirección del centro pidió una reunión al Ajuntament y al agricultor que cultiva las tierras cercanas al instituto para aplicar medidas y evitar que la situación se repita. Este encuentro se celebró este jueves en un ambiente totalmente cordial. La directora del instituto, Pilar Molias, explicó que «se trata de encontrar una salida para que los agricultores puedan seguir labrando sus tierras y no se tengan que dar clases con las ventanas cerradas a causa del mal olor. Los payeses tienen que poder seguir trabajando y nosotros también».
Así, durante el encuentro, al que también asistió el alcalde Biel Ferragut, se acordó tener más comunicación entre las partes y el payés se comprometió a tirar el estiércol por las tardes, siempre que sea posible, para minimizar las molestias.
Aunque el mal olor está presente casi a diario, durante la semana pasada hubo un día en que fue «insoportable», según fuentes consultadas. Desde el centro entienden que el edificio ocupó parte de los campos de cultivo, pero el mal olor que se vivió hace unos días provocó cierto caos entre los estudiantes que, además, viven ahora los últimos exámenes del curso.