Santa Margalida quiere poner fin a la presencia de cacas de perros en la vía pública. El plenario municipal aprobó este jueves un plan para crear una base de datos con la información genética de todos los perros del municipio para, en caso de aparecer unas heces de perro en la calle, identificar al responsable de la infracción contrastando el ADN contenido en la caca con la información de la base de datos. Esto permitiría identificar rápidamente al can y a su propietario y multarlo. Este sistema ya es utilizado en Málaga, por ejemplo.
El alcalde Joan Monjo explicó que ahora el Ajuntament modificará la ordenanza pertinente para poder multar con este sistema. Luego, los propietarios de perros deberán inscribir obligatoriamente a su animal en el registro. El alcalde Joan Monjo calcula que este trámite costará alrededor de 20 euros por perro.
Posteriormente, el Ajuntament convocará un concurso para que una empresa haga la tarea de analizar el ADN de las heces halladas en la calle a fin de contrastar los resultados con el registro genético. «Si resulta que el can no estaba registrado, el Ajuntament se hará cargo del coste de los análisis y, si estaba registrado, lo tendrá que asumir el propietario. Además de la sanción prevista en la ordenanza, por supuesto», explicó Monjo.
El alcalde quiso remarcar que «la mayoría de propietarios son cívicos y recogen las heces de sus perros; pretendemos evitar que el 5 por ciento que no las recogen paguen por su inicivismo». Monjo resaltó también el esfuerzo realizado por el Ajuntament los últimos meses para habilitar espacios públicos específicos para perros, en referencia a los 4 ‘caniparks' que hay en Can Picafort y en la playa de na Patana, donde los canes pueden bañarse.