El alcalde de Escorca, Toni Solivellas, quiere aprovechar el boom turístico para hacer más atractiva la vida en la Serra. La idea es que los propietarios de antiguas possessions puedan comercializar pernoctaciones como refugios de montaña obteniendo unos ingresos extras sin necesidad de tramitar un interés general o darse de alta como agroturismos.
Solivellas ha pedido al vicepresident del Govern y conseller de Turisme, Biel Barceló, que desarrolle un reglamento que regule esta actividad. El alcalde asegura que en ella puede estar la clave para recuperar la población que ha perdido el municipio en las últimas décadas.
«Nuestro municipio en los años 60 o 70 tenía una población de derecho de unas 600 personas, ahora tenemos 240. La mayoría de payeses de las fincas se han ido jubilando y marchando y no ha habido un relevo generacional, fundamentalmente porque vivir en una finca no es viable», dice Toni Solivellas.
El alcalde explica que existen en el municipio 74 possessions catalogadas de las que solo tres de las cuatro públicas (Son Amer, Tossals Verds y Binifaldó) funcionan como refugios de montaña. Según Solivellas, apenas hay entre 12 y 15 possessions habitadas (como mínimo una parte del año) y otras tres o cuatro con un uso vacacional. Explica también que hay una reformada aprovechando la ‘ley Delgado' que funciona como agroturismo.